• 18/04/2021 00:00

Juicios mediáticos

“El caso Arias demuestra lo perverso de los juicios mediáticos, porque un inocente sigue siendo culpable, una institución que hizo su trabajo sigue bajo cuestionamientos […]”

La administración de justicia requiere de una reingeniería y de eso no hay dudas. Sin embargo, paralelo a esto la propia sociedad también requiere de un cambio. Nos hemos convertido en una “sociedad de bochinches”, donde cualquiera suelta una “bola” y destruye reputaciones. Y esto repercute tan seriamente, porque prácticamente hemos llevado la administración de justicia a estar por debajo de los juicios mediáticos, donde te condenan por adelantado y sin pruebas. Un ejemplo es lo del diputado Arquesio Arias, quien fue acusado por supuestas violaciones carnales. Desde el principio él se defendió aduciendo que quien abanicaba esas acusaciones era su rival político a quien había vencido en las elecciones pasadas. Pero Arias sufrió el rigor de la ley, pese a ser víctima de una conspiración política. Fue separado de su cargo de diputado y llevado a juicio ante la Corte Suprema de Justicia. De los cuatro cargos de los que se le acusó, el diputado fue exonerado en tres por una votación de 9 a 0, es decir, los nueve magistrados votaron a favor de la exoneración de Arias. En el cuarto caso la votación quedó 5 a 4, por tanto, el fallo final fue “no culpable”. Sin embargo, el juicio mediático mantiene la condena al diputado y aduce que los magistrados “se confabularon” para exonerar a Arias. Este caso nunca debió llegar a juicio, pero el factor político influyó. El caso Arias demuestra lo perverso de los juicios mediáticos, porque un inocente sigue siendo culpable, una institución que hizo su trabajo sigue bajo cuestionamientos y la sociedad sigue bajo la angustia de que aquí al único que juzgan es “al hijo de la cocinera”. Esto hay que pararlo ya. ¡Así de simple!

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