Sembrar en los niños

La sociedad panameña se emborrachó de “libertad”, tras la invasión de 1989. Sin embargo, fue una de esas borracheras en las que se descuidan cosas importantes para la vida, como la educación. Decía Pitágoras: “Educad a los niños y no tendréis que castigar a los hombres”, y fue justo lo contrario que hicimos. Descuidamos a los niños de ese momento y hoy cosechamos un clientelismo absurdo, el crecimiento del pandillerismo, el pobre rendimiento en las pruebas internacionales de nuestros estudiantes, etc. ¡Qué decir de la juventud que queda atrapada por los capos de las drogas! Hay que trabajar con los niños, enseñándoles valores cívicos y morales. Que respeten a sus mayores, que sean caballeros y damas... El fortalecimiento de los valores cívicos y morales va de la mano con una buena nutrición desde la primera infancia. Llevamos décadas subsidiando los problemas de pobreza de las áreas más necesitadas del país, pero muy poco sembrando en la primera infancia. Ese descuido de la primera infancia, en su formación neuronal, es lo que nos ha arrojado la deserción escolar y el pobre aprendizaje. Seguir sin atender la educación de los niños es seguir sembrando en clientelismo, delincuencia y corrupción. ¡Así de simple!