El primer garante de la seguridad de un individuo debe ser el mismo. La bandera roja en una playa o río es indicativo de que hay peligro inminente y que no es prudente ingresar al agua. Con mucha frecuencia vemos en nuestras playas y ríos como las personas, sobre todo adultos, y algunos hasta bajo los efectos del alcohol desatienden las advertencias de peligro que realizan los rescatistas que monitorean los balnearios. No miden el peligro ni las consecuencia que puede traer su imprudencia, tanto para ellos como para quienes lo rodean, porque si debido a las corrientes peligrosas la o las personas deben ser auxiliadas, se pone además en riesgo la vida del rescatista. Hace pocos días, en el mes de enero el comisionado del Servicios Nacional Aeronaval, Jorge Martínez perdió la vida al tratar de rescatar a tres personas cuyas vidas corrían peligro en playa Miguel la Borda en la provincia de Colón, los salvó y se ahogó. Uno de los pilares fundamentales del Sistema Nacional de Protección Civil es la de prevención, una labor que ha sido descuidada sobre todo en los últimos años. Es imprescindible que se elaboren y difundan constantemente mensajes para crear conciencia en la población, para que respeten las advertencias y evitar pérdidas lamentables. Por otro lado, es necesario que las autoridades busquen la manera de sancionar a las personas que desatienden las advertencias de las cuerpos de seguridad civil. La cosa es muy simple, cuando hay bandera roja o usted vea corrientes muy fuertes evite entrar al agua.

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