• 05/02/2011 01:00

Lo de hoy

De la sabiduría popular, hay proverbios como estos: ‘Dios da barbas a quien no tiene quijadas’; ‘nadie sabe para quién trabaja’. ¿De dón...

De la sabiduría popular, hay proverbios como estos: ‘Dios da barbas a quien no tiene quijadas’; ‘nadie sabe para quién trabaja’. ¿De dónde proviene esto? ¿De Dios o de los hombres? Científicos como creyentes, deberían concordar, en que esto proviene de Dios. Si la ciencia no niega las creencias o dogmas de fe cristiana, sino que los confirma.

Hoy estas dos, no son contrarias, sino aliadas en la búsqueda de la verdad; el objeto de toda investigación, sea en el plano científico o en el plano religioso—teológico. ¿Puede una persona aprender a nadar en un nivel de 20 centímetros de agua? No se puede, se requiere de más profundidad. La profundidad de nuestras ideas, nos determina; define nuestro carácter, emociones o sentido de la vida, entre otras cosas.

Así, hay hombres superficiales, con pensamientos superficiales. Medios y modos de vida superficiales; producción superficial, creada con abonos o fertilizantes superficiales, que conducen a la creación de alimentos superficiales, y a su vez culmina con individuos superficiales, que generan una cadena de eventos, en el mismo orden, todos superficiales.

Sugerimos meditar los acontecimientos de hoy. ¿A qué nos conducen? La ciencia y las creencias se sustentan en hechos que pueden ser comprobables. P. ej. Fármacos o pastillas que revierten la morbilidad de un paciente. A nivel de creencias, una persona sufre un cambio y en vez de un atajo de defectos, tiene y mantiene una conducta, honesta, decente y responsable. Se libera de una adicción, una sordera, ceguera u otra limitante. De manera alegórica !regresa del infierno¡ Dichos eventos son conocidos en el mundo cristiano, como milagros.

No hay que ser tardo ni corto de pensamientos. Hace unos 40 años, (década de los 70), el secretario general de las Naciones Unidas terminando su mandato, decía, que a la apoca había cuatro grandes problemas en el mundo sin resolver, pero que se habían agregado otros, igualmente terroríficos. Hoy día esta lista es más larga, porque los problemas se han multiplicado: las sequías, hambrunas, falta de agua, pestes y enfermedades de todo tipo; el narcotráfico que quiere controlar a los pueblos o naciones; alcohol, droga, delincuencia juvenil; bandas y pandillas; inseguridad social; el estrés muy alto; la violencia doméstica, el abuso del poderoso sobre el débil, la corrupción de los políticos; el juegavivo de Panama, etc. Hoy la estructura de la familia (lo básico de nuestra cultura), muestra situaciones que no logramos comprender. ¿Hacia dónde vamos? ¡Redención o caos! En todo tiempo, siempre fue necesario remover, reducir o separar lo podrido, a fin de dar espacio al advenimiento de lo virtuoso.

Nosotros como docentes, quienes defienden una familia o una institución, debemos estar del lado de los que construyen. Ayer transmití una enseñanza o mensaje a mis estudiantes. Así: ‘el maleante mete las balas, y el doctor las saca’. Nosotros decidimos de qué lado estar. Si estás dispuesto a agregar más corrupción a la que ya hay. Nada personal, solo que no se puede ser indiferente ante lo que ven nuestros ojos, escuchan nuestros oídos y perciben el resto nuestros sentidos. ¡Que Dios te bendiga en este nuevo amanecer!

*ECONOMISTA Y DOCENTE.

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