• 12/06/2011 02:00

Estrategias para el desarrollo sostenible de Taiwán

La comunidad internacional del siglo XXI ha sido testigo de dos transformaciones particularmente trascendentales: la globalización, que ...

La comunidad internacional del siglo XXI ha sido testigo de dos transformaciones particularmente trascendentales: la globalización, que acentúa la cooperación sobre la confrontación, y el desplazamiento del centro económico del mundo en dirección a Asia, cuyo ascenso se ha convertido en un poderoso impulso para el desarrollo mundial. A la luz de estas tendencias, Taiwán lleva a cabo estrategias con miras a la creación de una nueva época de desarrollo sostenible. Por un lado, Taiwán busca fortalecer sus ventajas en el curso de la integración de las economías de la región de Asia—Pacífico y del mundo. Con ese fin, se ha estado esforzando para mejorar las relaciones con China continental. Por otra parte, Taiwán ha adoptado como filosofía la ‘diplomacia viable’, en su afán por participar de manera significativa en los asuntos internacionales, al tiempo que mejora las relaciones con sus aliados diplomáticos. Además, sigue trabajando para pagar su deuda de gratitud a la comunidad internacional, mediante proyectos humanitarios y de cooperación para fomentar el bienestar humano.

A pesar de sus limitados recursos naturales, en las últimas seis décadas Taiwán ha pasado de ser una sociedad relativamente empobrecida a convertirse en una sociedad próspera, a través de un proceso de desarrollo económico y de reforma democrática aclamado en todo el mundo como ‘milagroso’. Se trata de la cuarta mayor economía de Asia Oriental, así como el 16º exportador mundial de mercancías y el 17º importador. En Asia Oriental, Taiwán ocupa el segundo lugar, después de Japón, como exportador de capital de inversión directa, lo cual ha supuesto una bendición para muchos países y regiones en desarrollo.

Tras la investidura del presidente Ma Ying—jeou en el año 2008, Taiwán renunció a las anticuadas hostilidades de la Guerra Fría y desde entonces ha fomentado la reconciliación entre ambos lados del Estrecho de Taiwán, adoptando una postura pragmática, mientras China emerge como principal fuerza impulsora tras el crecimiento económico de Asia. Esta política ha conducido a la firma de quince acuerdos entre ambos lados del Estrecho referidos a una amplia gama de asuntos, incluyendo la apertura de Taiwán a los turistas del continente y la restauración del transporte directo y los enlaces marítimos a través del Estrecho. Y, sobre todo, el Acuerdo Marco de Cooperación Económica, concluido en junio de 2010, que ha abierto un nuevo capítulo en la historia de la cooperación recíproca entre Taiwán y el continente, y que ha permitido la reducción o eliminación de los aranceles de importación, la apertura recíproca de mercados para el comercio de servicios y la protección de los derechos de propiedad intelectual.

En 2010, Taiwán añadió un nuevo impulso a su próspero crecimiento: el crecimiento económico alcanzó un nuevo máximo de 10,82 por ciento, y las llegadas de visitantes alcanzaron la cifra récord de 5,56 millones. En el primer trimestre de 2011, las exportaciones de Taiwán a China continental aumentaron un 14 por ciento, superando los 30,000 millones de dólares estadounidenses. De este total, 33 millones de dólares corresponden a exportaciones agrícolas, creciendo más de 15 veces con respecto a la cifra de dos millones registrada en el mismo periodo de 2010. Mientras, el comercio de Taiwán con los Estados miembros de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático aumentó en un 30 por ciento durante los tres primeros meses de 2011, lo cual indica que la mejora de las relaciones a través del Estrecho está beneficiando las perspectivas del comercio exterior de Taiwán. Además, en el Anuario sobre Competitividad Mundial, publicado en mayo de 2011 por el Instituto Internacional para el Desarrollo Gerencial, Taiwán ocupó el sexto lugar general, dos puestos por encima del resultado del año anterior.

En el proceso de conciliación con el continente, Taiwán también ha sido capaz de fortalecer sus relaciones exteriores, en particular bajo la política de diplomacia flexible del presidente Ma. En la actualidad, las dos partes han pasado de la rivalidad diplomática a participar en una interacción constructiva que ha producido resultados positivos. A modo de ejemplo, Taiwán ha sido invitado por la Organización Mundial de la Salud por tercera vez desde el año 2009 para participar como observador en la Asamblea Mundial de la Salud; sus nacionales disfrutan ahora de exención de visado para entrar en 113 países, en comparación con los 53 países de hace tres años, y el número de los aliados diplomáticos de la República de China (Taiwán) se ha mantenido estable en 23.

Además de solidificar sus relaciones con otros países, durante los últimos años Taiwán ha participado activamente en misiones de ayuda humanitaria, contribuyendo al bienestar global a través de la acción pragmática. Por ejemplo, tras el gran terremoto y tsunami que afectaron a Japón en marzo, Taiwán convocó al espíritu de compasión y empatía e inmediatamente envió equipos de búsqueda y rescate para ayudar en los esfuerzos de socorro. Generosas donaciones procedentes de todo el país superaron 16,000 millones de yenes japoneses (200 millones de dólares estadounidenses). Y cuando Haití, su socio diplomático, sufrió un gran terremoto el año pasado, los equipos de ayuda de Taiwán fueron de los primeros en llegar a la escena. Estas acciones han hecho que Taiwán se gane no sólo la gratitud de las naciones afectadas por el desastre, sino también el respeto de la comunidad internacional.

Bajo el liderazgo del presidente Ma, la nación se ha convertido en más que un pacificador regional. Se ha transformado en un socio digno de confianza, muy apreciado por los países del mundo. De cara al futuro, Taiwán seguirá promoviendo las políticas de reconciliación, persiguiendo su participación significativa en las organizaciones internacionales y contribuyendo con la fuerza acumulativa de su desarrollo económico para mantener su impulso de desarrollo y sentar las bases de otro siglo de progreso y prosperidad.

*MINISTRO — OFICINA DE INFORMACIÓN DEL GOBIERNO DE LA REPÚBLICA DE CHINA (TAIWÁN).

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