• 14/12/2011 01:00

La crítica política

La crítica es una actividad, especializada y hasta científica. Ser crítico es una tarea que demanda conocimiento pleno de lo que es obje...

La crítica es una actividad, especializada y hasta científica. Ser crítico es una tarea que demanda conocimiento pleno de lo que es objeto de crítica. Verbigracia, un crítico de arte, música, literatura, educación, etc. tiene necesariamente que ser un experto. Lo contrario supone la apropiación indebida de una actividad o, en el lenguaje de los forenses en derecho, una usurpación.

La crítica sobre cosas intemporales y abstractas, no son debidamente percibidas por el grueso de la población, pues esta se mueve en una esfera poco ejercitada, constituyéndose en una actividad propia y de interés del sector intelectual afín a cogitaciones principalmente filosóficas.

La crítica sobre la cosa material supone un poco más el entendimiento de lo criticado, y es posible que a ella incursione un número mayor, por la naturaleza misma de lo tangible, que a fin de cuenta es parte más consciente de su realidad.

Ahora bien, hay que diferenciar la opinión de la crítica, por tanto que lo subjetivo, lo particular y lo personal pudiera caracterizar la primera, y lo objetivo pudiera identificar la segunda.

En el caso de la opinión política, las motivaciones, los intereses, las relaciones interpersonales y las preferencias constituyen elementos principales de ella. No obstante, esto no significa desecharla, pues reproducen una visión particular con la que se puede o no estar de acuerdo.

En lo que respecta a la crítica política, se está en presencia de una actividad, ejercida por los hombres, igualmente con voluntades, impulsos, y ansiedades. Sin embargo, el carácter científico que caracteriza la política, le da una especial connotación, pues, como parte de las ciencias sociales, tiene toda una formulación conceptual, principios, contenidos y filosofías, que necesariamente tiene que conocer quien pretenda hacer crítica política. Es más hay especialistas, los politólogos, que estudian la ciencia política.

Esto, desde luego, no descalifica a los analistas políticos, bien formados, no únicamente en el ámbito político, sino también profesional, con clara concepción de la crítica objetiva en materia política. Es más, no solo acuden a la opinión política, sino también desarrollan los análisis respectivos en materia política con sentido crítico.

En Panamá, debemos reconocer un círculo muy estrecho de analistas políticos que ejercen la crítica política con sensatez, seriedad, objetividad, e imparcialidad. Justamente esa crítica es la que viene a desarrollar una labor de orientación y de docencia y la que permite a la población hacer juicios y llegar a conclusiones claras.

Pareciera que la opinión política —buena o mala, según se perciba— ha ganado mucho espacio en Panamá. Por el contrario la crítica política científica aún está por hacerse. En esto los partidos políticos tienen mucho que aportar, aun cuando han preferido apostar por la opinión política, ejecutada muchas veces irresponsablemente, sin importarle los efectos que pudiera tener en la población. Y mucho también los llamados ‘dirigentes políticos’, más interesados en el sensacionalismo y en lo mediático.

DOCENTE UNIVERSITARIO.

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