• 03/04/2012 02:00

Chitré, ’la ciudad que crece sola’

F undada en 1848, comparada con Penonomé, Antón, Natá, Santiago, Las Tablas y La Villa de Los Santos, Chitré es, sin duda, la ciudad más...

F undada en 1848, comparada con Penonomé, Antón, Natá, Santiago, Las Tablas y La Villa de Los Santos, Chitré es, sin duda, la ciudad más ‘joven’ de los centros urbanos del Interior. No solo es joven en data de fundación, sino por su composición demográfica; pues, el 62% de ella lo constituyen personas menores de 16 años.

Esta situación se refleja en el carácter jovial, ameno, hospitalario y trabajador del chitreano. Chitré tiene una hermosa historia, ejemplo de esfuerzo tesonero de sus habitantes, como lo insinúa el conocido ‘slogan’, acuñado por uno de sus grandes personajes y alcaldes, el inolvidable don Melo Spadafora. Ese espíritu de esfuerzo personal no le resta jocosidad ni buen ánimo al chitreano, famoso por su ingenio, como lo evidencia la gran cantidad de personajes pintorescos plagados en su memoria oral.

Desde sus comienzos históricos, su situación geográfica, con fácil acceso a las costas del Océano Pacífico y a orillas del río La Villa, se destacó como una comunidad dedicada a la pesca, la agricultura y la ganadería. Sus incipientes facilidades portuarias permitieron la navegación de cabotaje desde la Capital, que, junto con la eventual carretera, convirtió a Chitré en la cuarta ciudad de la República más importante en actividad comercial y la segunda, después de David, del hinterland criollo. De todas partes del Interior, muchos ciudadanos, especialmente comerciantes, acudían a Chitré, con el propósito de realizar transacciones. Desde sus inicios, Chitré atrajo a empresarios, connotados médicos y profesionales, atraídos por las múltiples bondades de la ciudad y el carácter hospitalario de sus habitantes.

Luego afianzó esa posición de liderazgo con la apertura de bancos, hospitales, escuelas, empresas distribuidoras, hoteles y oficinas regionales gubernamentales. Chitré mantuvo su liderazgo interiorano hasta fines de la década del ‘70. Luego fue gradualmente sustituida por Santiago y Las Tablas.

Hoy, es evidente el resurgimiento económico de Chitré. Se observa en la ubicación en plaza de las grandes cadenas nacionales, como supermercados, farmacias, empresas de materiales de construcción, comida rápida, cinemas y la nueva presencia de malls, siendo uno de ellos el más grande de esa región.

Además. su ubicación la coloca cercana a hermosas playas y a sitios de actividades religiosas y folclóricas interesantes y, por supuesto, permite participar en el ‘Carnaval de la Berraquera’.

Chitré, junto con el carácter de su gente, es uno de los centros urbanos de mejor calidad de vida del país (si no el mejor). Se refleja en la presencia de excelentes infraestructuras físicas y sociales; clima seco, sano; hospitales, privados y públicos; facilidades de compras y esparcimiento; relativo alto grado de seguridad personal; acceso a oficinas y servicios públicos; escuelas; universidades; en fin todas las ventajas que ofrece una ciudad moderna acogedora y de buen vivir. Estas bondades las han descubierto extranjeros, que han escogido Chitré como sitio para giras turísticas o permanencia residencial. Le auguro renovada prosperidad a Chitré.

Mis primeras experiencias con Chitré se remontan a mi niñez, cuando iba de David a La Atalaya, a pasar vacaciones de verano con el tío Pepe Esquivel, quien era comerciante, lo acompañaba en sus visitas periódicas de compras a Chitré. Real evidencia de la importancia de Chitré como centro regional de acopio, importante en la época. Luego llegué a conocerla mejor al inicio de mi carrera profesional como ingeniero agrónomo en el Instituto Nacional de Agricultura en Divisa y más tarde, como técnico agrícola del Chase. Guardo gratos recuerdos de Chitré y de la manera hospitalaria como fui recibido por desconocidos, inicialmente, hoy convertidos en familia y entrañables amigos.

BANQUERO Y EXDIPLOMÁTICO.

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