• 06/03/2013 01:00

Delitos en taxis

Un amigo contaba una experiencia que vivió hace poco, mientras caminaba hacia su casa en un barrio de Bethania. Después de pasar junto a...

Un amigo contaba una experiencia que vivió hace poco, mientras caminaba hacia su casa en un barrio de Bethania. Después de pasar junto a un taxi que estaba estacionado, una persona le gritó ‘detente, que ahora te vas a morir’. Frente a esta amenaza, el candidato a víctima, avanzó y enfrente le esperaba otro individuo que repitió el aviso, por lo que el afectado corrió y se puso lejos de los agresores.

Desde un punto, apartado del dúo de malhechores, pudo apreciar cuando ellos intentaron asaltar a una dama que inmediatamente se alejó, porque había visto lo ocurrido antes y ellos, al verificar que fallaron con su segundo objetivo, regresaron al punto original, subieron al taxi donde les esperaba un tercer socio y se alejaron.

Algo parecido experimentó una dama recientemente, tarde en la noche, quien regresaba de la Terminal de Transporte, al atravesar la vía Juan Pablo II, a la altura del Parque Natural Metropolitano. Delante de ella iba un taxi, que de pronto se detuvo y allí salió una gente extraña. La conductora sintió desconfianza y trató de retroceder; pero otra unidad similar, se lo impidió.

Ante el peligro de alguna agresión, la atemorizada automovilista salió como pudo de la incómoda situación y luego fue perseguida por el auto que venía detrás hasta las inmediaciones de La Locería. Allí, logró ponerse a salvo; mientras, su seguidor desaparecía en la noche.

El detalle en común de ambos recuentos, es la intervención de unidades de taxis en la comisión de hechos, posibles robos, agresiones o secuestros express. Casi todas las mañanas en los noticieros radiofónicos, el público participa y brinda información de incidentes parecidos en que vehículos de este tipo se involucran y deforman así el servicio de transporte civil al que han sido destinados.

¿Cuál es el perfil de un conductor de taxi y cuáles son las tareas que esas máquinas de trabajo deben cumplir en realidad? ¿Por qué resulta a veces que los interesados no logran un auto de esos amarillos o cuando se presentan, se pelean entre sí para ganarse al cliente a cualquier precio?

Normalmente se encuentra frente a las playas, en los ríos una multiplicidad de estas unidades con las cuatro puertas y el maletero abiertos, con una música que se extiende a los alrededores, datos que demuestran el no cumplimiento de un servicio; más bien, sus ocupantes disfrutan de una agradable jornada y el objetivo ha sido un paseo o algún tipo de excursión.

En muchos países, los vehículos que se destinan al transporte de pasajeros, solo pueden usarse para esa función. Cuando acaba el turno, sus conductores guardan la unidad y se retiran del lugar como ciudadanos comunes. Acá, sucede algo diferente, al final de la jornada, se convierte en auto familiar y lleva a la esposa o familia del conductor a la casa, al súper o a otras tareas no relacionadas con la misión establecida en el cupo.

Por falta de controles, se involucran en actividades alejadas de su objetivo, sobre todo nocturnas, a acarreos y escaramuzas, algunas relacionadas con la comisión de delitos. Aunque existen indicaciones sobre el uso del letrero luminoso en el techo, identificación, uso de vidrios transparentes; hay una reiterada tendencia a obviar las medidas.

Es necesario un reglamento efectivo con reglas y supervisión para que el transporte selectivo sea realizado en las mejores condiciones y no pueda ser mal encaminado hacia otros fines.

Las tareas que se cumplen en este servicio requieren de un perfil que garantice la seguridad de la población y devuelva la perdida confianza.

PERIODISTA Y DOCENTE UNIVERSITARIO.

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