• 05/06/2013 02:00

Perspectivas del ambiente

La pala mecánica levantó la tierra y dejó al descubierto en un resquicio a dos nutrias de tan solo unos días. Ellas fueron rescatadas de...

La pala mecánica levantó la tierra y dejó al descubierto en un resquicio a dos nutrias de tan solo unos días. Ellas fueron rescatadas del terreno pantanoso donde se amplía el aeropuerto Enrique A. Jiménez en la región colonense y trasladadas por funcionarios de la ANAM a un lugar y ahora se procuran los cuidados para garantizar su sobrevivencia.

Es un hecho aislado, pero ilustra fehacientemente cómo el modelo de desarrollo impacta la situación de los recursos naturales y el ambiente en general. En América Latina se perdieron 30 millones de hectáreas de bosque entre 2005 y 2010, merced a diferentes proyectos y actividades. En Panamá son 42 mil hectáreas al año.

Hace una semana se realizó un foro organizado por la Fundación Ciudad del Saber, el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) y la Autoridad del Canal de Panamá (ACP) para presentar y dialogar sobre el Informe GEO 5, Perspectivas del Medio Ambiente Mundial, cuya edición en español acaba de salir.

La primera señal que expone el documento es de índole poblacional; el director general del PNUMA, Achim Steiner, afirma que en 2050 el planeta tendrá 10 mil millones de personas. Entre este año y esa fecha, el incremento será de un tercio. Desde 1992 la tasa anual de aumento, es de 1.3%.

El análisis de los principales indicadores sobre la condición del ambiente a escala global, produce resultados pesimistas. A pesar de todos los esfuerzos, programas, políticas internacionales e inversión para mejorar el impacto de las acciones humanas sobre los ecosistemas, hay un deterioro y no se cumplen la mayoría de las metas ambientales trazadas para lograr el desarrollo en este milenio.

El enfoque y las prácticas para producir riqueza, basadas en la extracción de materias primas y su transformación en lo que consumimos y su consecuente residuo, han generado una huella de dimensiones colosales con el saldo de disminución de la biodiversidad, por ejemplo; así como la pérdida de costas, calidad de tierras y bosques, que paradójicamente garantizan la vida de las comunidades.

Los expositores del encuentro Mara Murillo del PNUMA, Daniel Muschett de ACP y Ligia Castro, de la Dirección de Ambiente de la Corporación Andina de Fomento (CAF), cada uno desde su enfoque específico, hicieron anotaciones al respecto del informe y las implicaciones que tiene el balance que brinda para esbozar aspectos como el logro de algunos retos y la gran diferencia con aquello que aún fal ta.

Sobre los Objetivos del Milenio, se adelanta que no se podrán superar algunos indicadores, como la equidad en el acceso al agua y saneamiento. De igual manera, con el cambio climático que, a pesar de sus visibles efectos actuales, ha sido imposible formalizar acuerdos internacionales vinculantes para una segunda fase.

A escala nacional, el país enfrenta un conjunto de proyectos de magnitud nunca antes experimentados y prácticamente todos tienen un objetivo relacionado con una mayor armonía entre la sociedad y el ambiente. Sin embargo, la propia población no asume dicha realidad y la necesidad de lograr un nivel de conciencia sobre la impostergable misión de cambiar el esquema que orienta la vida cotidiana.

Hoy, se celebra el Día Mundial del Ambiente y el balance del GEO 5 adquiere la imperiosa vigencia de su esclarecedor panorama, donde la humanidad, pese a sus importantes avances materiales y tecnológicos, no alcanza una armonía con esa Tierra en que se desarrolla la vida y que requiere un nivel de compromiso para garantizar la prolongación de nuestra especie y otras como unas pequeñas, hermosas y raras nutrias.

PERIODISTA Y DOCENTE UNIVERSITARIO.

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