• 25/06/2013 02:00

La presencia del dólar en Panamá (III)

En artículos anteriores relaté la historia de la presencia del Dólar americano en nuestro país. En mi primera entrega, expliqué que el D...

En artículos anteriores relaté la historia de la presencia del Dólar americano en nuestro país. En mi primera entrega, expliqué que el Dólar americano circula en Panamá desde 1849 como moneda de curso ‘de facto’ asociado con la gran migración de personas de la costa Este de EE. UU. y Europa, quienes, atraídos por la Fiebre de Oro de California (‘Gold rush’) usaron la ruta de Panamá como la más segura y expedita para llegar a California. Esa masa migratoria, los ‘Forty Niners’ (los del año 1849, como se les conoce en el idioma popular americano y de donde procede el apodo del equipo de Fútbol americano de San Francisco, ‘The San Francisco Fortyniners’) pagaban en dólar, que desplazó al Peso colombiano. Luego vinieron el Ferrocarril y el Canal francés y se mantuvo el uso del dólar como moneda de pago.

Dije que la presencia del dólar salvó a los panameños de la superinflación que llevó a niveles de 12.000% p.a, causada por los gastos de la Guerra de Mil Días (1898-1901).

Finalmente, establecí el hecho de que en 1904 por nuestra decisión soberana y no impulsados por los gringos como muchos piensan, los panameños establecimos el Dólar americano como moneda de curso legal. Moneda de curso legal es aquella que tiene el poder de extinguir deudas. No solo deudas causadas por préstamos, por ejemplo, cuando uno compra un artículo cualquiera en la entrega del artículo adquiere momentáneamente una deuda, que la salda inmediatamente pagando en moneda de curso legal.

En mi segunda entrega expliqué cómo los panameños adquiríamos papel moneda y eliminábamos billetes deteriorados (‘mutilados’) a través de un sistema de facto, utilizando las sucursales de Citi y Chase en la llamada Zona del Canal. Sistema que convirtió al Chase en una especie de ‘banco emisor’ del sistema bancario doméstico. Sistema que evolucionó de facto, como dije desde 1914 y que operó eficazmente hasta la entrada en vigencia de los Tratados Torrijos-Carter el 1977, cuando el proceso fue adquirido por el Banco Nacional en negociaciones con el Tesoro americano, donde participé en el equipo negociador de ese banco con el Tesoro americano, siendo empleado del Chase, por mi conocimiento del proceso.

Lo que no relaté por falta de espacio fue una interesante anécdota que cierra el final de nuestras negociaciones con el Tesoro americano.

Nuestra contra parte la dirigía un subsecretario del Tesoro americano (nosotros lo llamaríamos viceministro del Tesoro) Al final de la negociación se dirige a nosotros con una mirada seria y nos dice ‘¿Saben Uds que lo que han venido haciendo desde 1914 es ilegal?’. Por supuesto que esa reacción nos sorprendió y preocupó, pues sabíamos que era cierto, pero, siguiendo en un tono más amable nos dice ‘Pero, no se preocupen, ha funcionado bien, no existen barreras cambiarías ni físicas entre la Zona y Panamá, era natural que evolucionara como lo hizo y si nos hubiésemos sentados en 1914 a diseñar un sistema no lo hubiésemos hecho tan bien’. Tenia toda la razón y así terminaron las reuniones.

Son retazos de nuestra Historia Financiera que quiero compartir con Uds, especialmente con los nuevos banqueros. No puedo cerrar mi relato sobre la presencia del Dólar en Panamá con otro argumento. Decimos que la gran ventaja de nuestro sistema monetario sui géneris es el uso del Dólar como moneda de curso legal. Cierto, es una de las bases de nuestro sistema monetario, pero existe otra no menos importante que no ponderamos tan frecuentemente como lo del dólar y es el hecho de que nuestro sistema monetario permite el libre movimiento de liquidez. No hay barreras para esos movimientos de capital y ganancias. De hecho, se puede decir técnicamente que la compensación bancaria diaria final sucede en New York.

Esa libertad de movimiento de fondos es la otra base que hace nuestro sistema monetario único en el mundo y que funcione tan bien. Así que nuestro sistema descansa en dos bases; el uso del Dólar como moneda de curso legal y el libre movimiento de liquidez. Recordar cuando hablemos de las ventajas de nuestro sistema monetario.

Por último, no debemos olvidar que otra de nuestras ventajas es que nuestra Constitución prohíbe la emisión de moneda de curso forzoso. A los izquierdistas y ultras que no les gusta el Dólar, por considerarlo símbolo del ‘imperialismo yanqui’, les recuerdo que la Globalización destruyó ese argumento obsoleto, el Dólar hoy tiene carácter Global, perdió su nacionalidad y carácter ‘imperialista’.

BANQUERO Y EXDIPLOMÁTICO.

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