• 14/10/2013 02:00

Vota por mí: ¡yo sí resuelvo!

Como diría el excelso poeta patrio Ricardo Miró, ‘revuelvo la mirada y a veces siento espanto’. Conduciendo por la 50, tropiezo con El T...

Como diría el excelso poeta patrio Ricardo Miró, ‘revuelvo la mirada y a veces siento espanto’. Conduciendo por la 50, tropiezo con El Tornillo, el enorme edificio que comentan tiene intereses de importantes chavistas.

Casi no podía ver el tamaño del irregular anuncio; tuve que bajar la velocidad. Conté 13 pisos en su máximo despliegue, o sea casi 50 metros de alto; sabrá cuántos de ancho. La enorme tela, el anuncio más grande que he visto en mis 50 años de política, debe costar entre 25 y 30 mil dólares al mes.

El esperpento publicitario se trata de la propaganda de un candidato a alcalde capitalino que, además de su gigantesca foto, anuncia su aspiración con un tanquecito de gas sobre él —que parece como un trofeo de campeonato mundial de boxeo—, en el que dentro aparece su nombre y sobre él un gran lema en brillante rojo: ‘RESOLVIENDO A LA GENTE’. Flor Mizrachi, de La Prensa, lo calificó como si fuera el ídolo del particular candidato.

Creía, como alcalde que fui, que los que llegan a ese cargo, deben preocuparse de asuntos menos domésticos y más trascendentes, como el darle a la gente pobre un tanquecito de gas de 25 libras. Como sería atender las necesidades de ornato de la ciudad, que haya suficientes espacios públicos de esparcimiento en el distrito, que existan suficientes mercados, que coordinen con las demás instituciones la seguridad de la municipalidad y que asuman otros roles deficientemente atendidos, como la recolección de la basura, el ordenamiento del transporte y el desarrollo arquitectónico y ordenado de la ciudad y sus sitios históricos.

Lo que realmente representa este candidato es el distorsionado nivel de cómo algunos políticos perciben hoy a la población: un total desprecio por las cosas serias y a la inteligencia y dignidad de quienes decidirán quiénes serán electos para regir los destinos de su distrito. El deterioro de la política y sus representantes ha llegado a los niveles más bajos que conoce nuestra sociedad. Hay quienes piensan que resultarán electos regalando jamones o paneles solares, o realizando periódicas rifas y loterías, o llevando a cabo las llamadas Jumbo Ferias, que después no pagan sus productos al IMA, u obsequiando estufas y toda clase de electrodomésticos.

Como muchos, estoy considerando por quién votar para alcalde. Ya hay uno que ofrece tanquecitos de gas. Me imagino que los electores esperarán otras ofertas: tiquetes de Metrobús o de lotería; eso sí, con garantía de que saldrán ganadores. O pases de los corredores o algo para paliar el costo de la gasolina. ¿Esperarán los chorreranos para decidir ver qué les ofrecerá el amigo Raúl Ossa?

No tengo idea de cuántos tanquecitos tendrá que regalar ese candidato en una ciudad con un millón de votantes. Eso es lo único que dará, porque no tiene más propuestas: después se perderá, porque pensará que ya cumplió contigo. Ese fue el valor que le dio a tu voto, seguro de que te lo compró.

A ese y otros irrespetuosos de tu valor, dignidad y conciencia simplemente hay que decirles ‘NO’. Promovamos una política más acorde con los derechos humanos de la gente, convertida hoy, por algunos, en una simple mercancía, que se puede alquilar, comprar y vender. No hacerlo equivale a elegir a los peores.

ABOGADO Y POLÍTICO. ALCALDE DE PANAMÁ (89-91).

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