• 12/12/2013 01:00

Las redes antisociales

No hay duda que la tecnología es y será parte de nuestra sociedad mientras el ser humano exista. Los adelantos que hemos experimentado e...

No hay duda que la tecnología es y será parte de nuestra sociedad mientras el ser humano exista. Los adelantos que hemos experimentado en las últimas décadas y los pasos agigantados que da esta industria son impresionantes y, por qué no decirlo, un poco alarmantes. Como todo en esta vida, cualquier cosa que se use o haga en exceso siempre será mala, y a este punto han caído algunas personas, especialmente nuestra juventud con las famosas redes sociales.

No podemos negar que utilizadas correctamente son unas herramientas fabulosas para la comunicación global, podemos entrar en contactos con amigos y familiares en segundos prácticamente desde cualquier punto del planeta, hacer nuevas amistades con otras personas que compartan alguna afinidad y que se encuentran a miles de kilómetros de distancia e inclusive son usadas para establecer contactos profesionales y acceder a ofertas laborables de las empresas que día a día utilizan más estos canales cibernéticos para conseguir personal capacitado y con un perfil específico para llenar sus necesidades.

Con tantas ventajas uno pensaría... Pero, ¿qué tienen de malo? Y es aquí donde quiero hacer énfasis con este pequeño artículo. Cada día podemos ver cómo las personas, incluyendo padres e hijos dedican más tiempo a sus computadoras, tablets y teléfonos móviles que al resto de los otros seres vivos con los que convive. En la casa, el trabajo, el gimnasio, caminando por la calle, en un autobús, en una reunión, en un salón de clases podemos ver a las personas como zombies deambular revisando sus dispositivos móviles; riendo, preocupados o con angustia o ansiedad por algún tuit o noticia recibida de alguna de las tantas redes sociales a las cuales están afiliadas.

Son ya muchas las organizaciones que hablan de adicción al uso que se les da a estas herramientas tecnológicas, las cuales, mal utilizadas, pueden y llevarán a desatender y progresivamente desvanecer las relaciones personales y por ende las familiares, llevando a una desintegración de los valores morales que precisamente deben ser inculcados en el seno familiar.

Este uso desmedido es entendible si vemos y analizamos lo que las redes sociales pueden representar para un individuo. En este mundo virtual existe un reconocimiento personal aunado a un sentimiento de gratificación prácticamente inmediato cuando se reciben respuestas muy rápidas a los comentarios o fotos que se colocan en dichas redes sociales. El ser humano por naturaleza necesita o anhela ser escuchado, visto y sentirse interesante, que lo observen, y esto en las redes sociales puede conseguirse multiplicado prácticamente por el infinito.

Es tanto el impacto que han tenido estas redes sociales, que personas tan influyentes como gobernantes de naciones, ONGs, corporaciones y hasta artistas, las utilizan para mantener sus índices de popularidad en niveles altísimos, no siempre con los mejore mensajes o imágenes pero siempre activos para lograr que sus seguidores estén pendientes de ellos.

No podemos querer o tratar de tapar el sol con un dedo; las redes sociales constituyen uno de los fenómenos más poderosos y llamativos de los últimos tiempos en el mundo, donde millones de personas diariamente se comunican, no usemos o satanicemos esto como excusa a la decadencia de los valores morales de nuestra sociedad, estas redes sociales solo nos permiten conocer y ver ahora información que solo se conocía localmente en cada uno de los lugares donde vivíamos. Utilicemos y saquémosle provecho a estas herramientas que están aquí para quedarse, créanme que todo estará bien mientras pasemos más tiempo con nuestros hijos y familia y les trasmitamos al final del día esos valores que tanto anhelamos y añoramos; y les hagamos entender que más se beneficia el que mejor sirve... Comisión Valores Club Rotario Panamá.

ARQUITECTO ROTARIO

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