• 06/01/2014 01:00

Un solo territorio, una sola bandera

Debo posponer mis reflexiones prometidas la semana pasada sobre un Nuevo Orden Social, porque esta semana solo cabe el reconocimiento de...

Debo posponer mis reflexiones prometidas la semana pasada sobre un Nuevo Orden Social, porque esta semana solo cabe el reconocimiento de los 50 años de la gesta patriótica del 9 de Enero de 1964. Reproduzco un extracto de una nota publicada el domingo 19 de enero de 1964 en La Estrella de Panamá, en referencia a los trágicos eventos del 9 de Enero de ese mismo año. El viernes 10 de enero, el embajador de Panamá ante las Naciones Unidas, Aquilino Boyd, se dirigió al Consejo de Seguridad en los siguientes términos: ‘Por instrucciones del gobierno que preside don Roberto Chiari, de la República de Panamá, de cuya capital he llegado hace pocas horas, he solicitado esta reunión de emergencia del Consejo de Seguridad, a fin de denunciar ante este máximo organismo político de las Naciones Unidades el hecho de que la República de Panamá está siendo víctima de un ataque armado no provocado contra su territorio y su población civil, cometido por las fuerzas armadas de los Estados Unidos de América acantonadas en la Zona del Canal de Panamá, y que semejante ataque ha dejado hasta este momento un saldo de 20 muertos y más de 300 heridos, creando así una situación que pone en peligro la paz en el hemisferio occidental’. (...) ‘No es este el primer acto de agresión cometido en los últimos años por los Estados de Unidos de América contra la República de Panamá. El 3 de Noviembre de 1959, cuando un número de ciudadanos panameños ordenadamente y en forma pacífica paseaban la bandera nacional por parte del territorio de la Zona del Canal de Panamá, soldados y policías norteamericanos agredieron de manera brutal a los pacíficos manifestantes, y como resultado de tal agresión se produjeron sangrientos incidentes que tuvieron repercusión internacional y dejaron un saldo de más de 80 heridos’.’

‘Los actos de agresión de que estos momentos es víctima Panamá hicieron crisis en la noche de ayer y han continuado en forma sangrienta durante el día de hoy. Las provocaciones inmediatas que los engendraron fueron iniciadas hace algunos días por parte de estudiantes y ciudadanos norteamericanos que residen en la Zona del Canal y que se conocen con el nombre de ‘zoneítas’ en español o ‘zonians’, en inglés. La población norteamericana de la Zona del Canal de Panamá, formada por estos llamados ‘zoneítas’ o ‘zonians’, se ha caracterizado siempre por su hostilidad hacia la nación y el pueblo panameño, por su intransigencia, por sus prejuicios raciales y por su desprecio, no solo a las costumbres, tradiciones y leyes panameñas, sino a las propias leyes y obligaciones de los Estados Unidos de América cuando éstas no son del agrado de tales ‘zoneítas’...’.

El embajador Boyd continuó expresando: ‘En virtud de un acuerdo existente entre la República de Panamá y los Estados Unidos de América, las banderas de ambos países deben flamear conjuntamente en determinados lugares y edificios de la Zona del Canal. Pues bien, los señores ‘zoneítas’ se han dedicado a impedir que tal acuerdo sea cumplido, y ante la pasividad y tolerancia excesiva de las autoridades norteamericanas de la Zona del Canal de Panamá han venido saboteando el cumplimiento de los convenios que establecen que ambas banderas deben ser izadas en la Zona del Canal. (...) el gobernador norteamericano de la Zona del Canal de Panamá decidió arbitrariamente, o sea, en desconocimiento abierto a los acuerdos establecidos, que no se izara en alguno de los edificios de la Zona del Canal ni la bandera panameña ni la norteamericana. Sin embargo, estudiantes norteamericanos que hacen estudios en escuelas situadas en la Zona del Canal de Panamá decidieron, por sí y ante sí, izar solo la bandera de los Estados Unidos en dichas escuelas.’

‘Semejante acto de desprecio hacia un acuerdo internacional y de desafío al pueblo y a la nación de Panamá produjo profundo disgusto en la comunidad panameña, y como consecuencia del tal desagrado, ayer, en horas de la tarde, varios estudiantes y ciudadanos panameños optaron por izar la bandera panameña en aquellos lugares en que legalmente debe ser izada. La respuesta de la policía de la Zona del Canal y de las fuerzas militares acantonadas en dicha Zona fue la de ametrallar a los pacíficos manifestantes panameños, dejando el saldo sangriento que he mencionado.’

Circulo a diario por el área de Balboa e instintivamente, todos los días, levanto la mirada para observar la bandera panameña en la cima del cerro Ancón. Para la entrada en vigencia de los tratados Torrijos - Carter, el 1 de octubre de 1979, se anunció con mucho orgullo la izada de esa bandera que estaría iluminada de noche para que se pudiera ver desde muchos puntos de la ciudad. Estuve en el parque legislativo una noche de esas en que las personas llegaban para admirar la bandera, embobados o con lágrimas en los ojos.

A 50 años de esa gesta, y más que cualquier otro momento desde entonces, es necesario una recordación de por qué esa bandera está allí. De por qué hay gente que llora cada vez que la ve. De por qué muchos corazones sobresaltan con solo mirarla. Eso, en medio de tanta desidia por la historia, el pasado y por el esfuerzo y el arrojo de otros. Este tiempo no le hace justicia a los que pusieron el pecho ante las balas; a los que dieron la vida.

COMUNICADOR SOCIAL.

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