• 05/08/2022 11:58

Quien juega con el fuego, en él perece

La posición del Gobierno y el pueblo chinos sobre la cuestión de Taiwan es consecuente. Defender resueltamente la soberanía nacional y la integridad territorial es la firme voluntad de los más de 1.400 millones de chinos

El 2 de agosto, ignorando la fuerte oposición y las serias gestiones de China, la Presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi, visitó la región china de Taiwan, en flagrante violación al principio de una sola China y los tres Comunicados Conjuntos entre China y EE.UU., resquebrajando en consecuencia severamente la base política de las relaciones sino-estadounidenses. La acción temeraria de Pelosi, al atropellar gravemente la soberanía y la integridad territorial de China y envalentonar abiertamente a los elementos secesionistas por la “independencia de Taiwan”, se constituye en una seria amenaza a la paz y la estabilidad del Estrecho de Taiwan. Como no puede ser menos, ha suscitado fuerte indignación del pueblo chino y demostrado otra vez que es en EE.UU. donde se generan los peores factores destructivos contra la paz del Estrecho de Taiwan y la estabilidad regional.

El principio de una sola China - que en el mundo existe una sola China, que Taiwan forma parte inalienable del territorio chino y que el de la República Popular China es el único Gobierno legítimo que representa a toda China - ha sido claramente reconocido por la Resolución 2758 de 1971 de la Asamblea General de las Naciones Unidas y es sobre la base de este principio como a partir de la fundación de la República Popular China en 1949, 181 países han establecido relaciones diplomáticas con China, lo que convierte dicho principio en un consenso universal de la comunidad internacional y una norma fundamental regidora de las relaciones internacionales.

Desde 1979, EE.UU. figura como uno de los arriba mencionados 181 países. En virtud del Comunicado Conjunto entre China y EE.UU. sobre el Establecimiento de Relaciones Diplomáticas, EE.UU. se manifiesta comprometido a reconocer al Gobierno de la República Popular China como el único Gobierno legítimo de China y a “mantener relaciones culturales, comerciales y otras relaciones no oficiales con el pueblo de Taiwan”. Dada posición de la Sra. Pelosi como una de los principales líderes del Gobierno de EE.UU., su presencia en Taiwan, en cualquier forma o bajo cualquier argumento, constituye una grave provocación política al fomentar sustancialmente el carácter oficial de los contactos de EE.UU. con Taiwan y un apoyo indebido a los elementos secesionistas de Taiwan.

La posición del Gobierno y el pueblo chinos sobre la cuestión de Taiwan es consecuente. Defender resueltamente la soberanía nacional y la integridad territorial es la firme voluntad de los más de 1.400 millones de chinos, y hacer realidad la reunificación completa de la patria es un objetivo irrevocable. La cuestión de Taiwan se generó por la debilidad e inestabilidad del país en el pasado, y se resolverá durante el proceso de revitalización de la nación. Ningún país, ninguna fuerza y ningún individuo debe desestimar la firme determinación, la inquebrantable voluntad y la fuerte capacidad del Gobierno y el pueblo chinos de salvaguardar la soberanía nacional y la integridad territorial. Toda responsabilidad de las consecuencias derivadas de la visita de la Presidenta de la Cámara de Representantes de EE.UU. a Taiwan ha de recaer sobre la parte norteamericana y los elementos secesionistas de Taiwan.

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