El perfil psicosocial de un nuevo miembro de la sociedad

Actualizado
  • 01/10/2020 00:00
Creado
  • 01/10/2020 00:00
La pandemia por el nuevo coronavirus ha trastocado todas las actividades en la mayoría de las regiones del mundo, lo que ha obligado a los gobiernos a tomar medidas sanitarias que incluyen el confinamiento, toque de queda, el distanciamiento físico, el uso de mascarilla en espacios públicos y el continuo lavado de manos.

La pandemia por el nuevo coronavirus ha trastocado todas las actividades en la mayoría de las regiones del mundo, lo que ha obligado a los gobiernos a tomar medidas sanitarias que incluyen el confinamiento, toque de queda, el distanciamiento físico, el uso de mascarilla en espacios públicos y el continuo lavado de manos. En este escenario, el trabajo desde casa a través de medios electrónicos ha mantenido las actividades más sustantivas de la economía. Los estudiantes y maestros han intentado adaptarse a plataformas educativas y espacios virtuales para continuar con su labor.

En este contexto surge un nuevo personaje en la sociedad, son los muertos vivientes, sí, son los nuevos zombies. Estos personajes son aquellos que no han intentado adaptarse durante estos seis meses, no se han dado cuenta de que el mundo cambió y que el camino es hacia adelante, no hacia atrás; lo que fue, no será.

La principal característica del nuevo zombi es que está esperando que “se acabe todo esto”, sigue esperanzado en que el gobierno le dé dinero para sobrevivir, tiene la creencia de que hay vacunas mágicas y que una vez que estas funcionen, todo volverá a ser como era en enero de 2020.

Son quienes tienen paralizadas sus actividades, esperando, como si no fueran dueños de sus actos, a que entidades gubernamentales les digan qué hacer, para entonces, hacer todo lo contrario.

Me refiero a esas personas que a sabiendas de que hay toque de queda, siguen saliendo a realizar compras superficiales, o que, en ley seca, compran licor, o en toque de queda se van a la playa y realizan fiestas “clandestinas” de las que todo mundo se entera.

Aquellos que siguen queriendo burlar al sistema, esperando que no los despidan, porque han sido muy valiosos en sus trabajos, pero que no han hecho nada productivo en estos seis meses para mejorar la situación del “estado de emergencia”.

Son los hombres y mujeres que durante años fueron a trabajar, sin mayor propósito de hacer como que trabajan cumpliendo sus ocho horas, sin producir otra cosa más que, desesperanza, fastidio, intolerancia, negligencia y mal servicio, bajo el lema: “como me pagan poco, trabajo poco”, perpetuando en sus hijos una actitud negativa y de sufrimiento ante la vida.

Son esos padres que criticaron duramente el estado de la educación y que ahora que les tocó estar en casa haciendo su función fundamental, frente a sus hijos, se vieron rebasados por sus deberes.

Son esas personas que desdeñaron el trabajo del jardinero, el ama de llaves, el mesero, el vendedor, el vigilante, los maestros, los artistas, y sobre todo del personal de Salud.

Este nuevo personaje en la sociedad puede ser joven o viejo, no distingue raza, sexo, clase social, escolaridad, nacionalidad; es gente que no se ha dado cuenta de que está muerta en vida, esperando que todo acabe, como si fuera un mal sueño o una realidad alterna.

Nos guste o no, el mundo cambió, no tenemos idea hacia dónde nos dirigimos, por lo que es importante, más que nunca, tomar la vida en nuestras manos, tomar decisiones asertivas, asumiendo que esto también pasará, pero con la convicción de haber contribuido, con nuestro trabajo y actitud, a construir la sociedad en la que deseamos vivir.

Docente de la UDELAS
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