Música, nostalgia y sorpresas: una combinación perfecta

  • 28/04/2017 12:09
Danny Rivera entregó arte y enseñanzas del sabio; Yomira John, energía y destreza; ambos unieron el poder de sus voces en "Siempre Amigos"

"Siempre Amigos..." Así puede sin dudas resumirse la relación entre el intérprete puertorriqueño, Danny Rivera y sus seguidores en nuestro país.

Una amistad que la noche de este jueves fue ratificada a son de boleros, salsa y el inconfundible estilo del nativo de Santurce, quien a sus 72 años de edad cumplidos en febrero pasado, llenó con su todavía poderosa voz e interpretación el teatro Anayansi del Centro de Convenciones Atlapa, en un concierto auspiciado por la Autoridad de Turismo de Panamá.

Noche mágica, pletórica de remenbranzas, denominada por el propio artista como "una plegaria a la vesjestud...";  entre la nostalgia de una gran mayoría de espectadores circunscritos entre los 40 y los 80 años de edad, panameños y extranjeros, Danny desplegó su nutrido arsenal de éxitos, comenzando con "Amar o Morir", uno de sus más populares, vestido completamente de blanco, y sin abandonar jamás su tradicional bufanda, interactuando con un público que se le entregó plenamente.

Pese a iniciarse con casi una hora de retraso, el tiempo de espera que valió la pena en cada segundo y minuto. Sus primeras interpretaciones recorrieron la mayor parte de su cincuentenaria carrera artística, con canciones como "Òdiame", "Qué Daría Yo", "Amada Amante",  además de una muy especial pieza con "Mi Viejo", inmortalizada por el argentino Piero y que Danny regaló cargada de sentimiento caribeño.

Saldría luego al escenario la panameña Yomira John, también de blanco vestida, quien dejó sentir su también poderosa voz en interpretaciones como "La Bohème", de Charles Aznavour, "Solita", y otras al ritmo de salsa y bolero.

El público pedía a gritos "Para Decir Adiós", que el boricua inmortalizara junto con Eydie Gormé, y que haría en dúo con Yomira... la interpretación cautivó a todo el teatro, igual que en aquellos años.

Hubo además un inesperado "plus", pues entre el público se encontraba Gilberto Santa Rosa, quien  subió al escenario a pedido de los artistas para cantar en un improsivado y extraordinario trío "De Qué Callada Manera", del cubano Pablo Milanés, a ritmo de salsa. Sin dudas, un regalo sorpresivo e inesperado.

Danny Rivera no dejó por fuera sus éxitos en salsa "Lucía" y "Qué Tiene Él", aún escuchados en las estaciones de radio del país.

Acompañado por una orquesta completa, compuesta por figuras del patio como Francisco Buckley Jr en la percusión y Yamilka Pitre en el coro, dirigida por el maestro dominicano Amaury Sánchez, con el respaldo del maestro Dino Nuggent, los amigos Yomira y Danny dejaron una huella sólida en generaciones que todavía sienten el impacto de sus profundas interpretaciones.

Cerraría el espectáculo el caribeño dejando un mensaje de paz en los tiempos de dificultades y controversias que sacuden hoy al mundo.

"Una sonrisa de viejo me ayuda a comprender que mi juventud vive constantemente en mis días", nos dijo Danny antes de despedirse de un concierto en el que fuimos. transportados en el tiempo y devueltos al presente con la juventud que en la vejez encuentra la voluntad para seguir adelante, pasando revista a los momentos para no dejar de amar... sentir y sobre todo, vivir.

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