Arte con sentido social: 'Tú donas, ellos oyen'

Actualizado
  • 23/09/2022 00:00
Creado
  • 23/09/2022 00:00
En su quinta edición, la Fundación Oír es Vivir organiza su subasta anual, con 130 obras de artistas nacionales e internacionales, para brindar ayuda auditiva a personas en el país
Luis Lasso de la Vega con la obra: 'Mirada de presa', acrílico sobre lienzo

Según un informe revelado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en 2021, 1 de cada 4 personas en 2050 padecerá de problemas auditivos, lo cual puede perjudicar la salud mental y la capacidad de mantener relaciones.

En su quinta edición, la Fundación Oír es Vivir organiza su evento más importante del año: la subasta anual de arte: #TúDonasEllosOyen. Esta tiene como objetivo llevar el regalo de la audición a niños, jóvenes, adultos y adultos mayores a nivel nacional.

La subasta se llevará a cabo desde el 22 al 25 de septiembre del presente año de manera virtual, sin embargo, se tendrá la opción de disfrutar de las obras de manera física en la sede de GAC Motor, en calle 50. El evento contará con 130 obras de artistas nacionales e internacionales.

“La subasta es la principal fuente de ingresos de la fundación. Gracias a esta ha sido posible la realización de exámenes clínicos, giras de salud auditiva y charlas de concienciación tanto en escuelas como en empresas privadas”, dijo a La Estrella de Panamá Sandra Sánchez, directora ejecutiva de la Fundación Oír es Vivir. “Este evento permite ayudar a personas a través del arte. Queremos que el mundo despierte ante esta situación y necesidad”.

María del Mar Granja presenta la obra 'Clean Heart'
Un odontólogo con amor al arte

Francisco Sousa es odontólogo de profesión y admirador del arte por pasión. Desde temprana edad sus abuelos lo introdujeron a este mundo, sembrando en él un amor por esta manera de expresión que fue creciendo hasta su adultez. Comenzó a trabajar hace 25 años y logró comprar su primer apartamento donde solo contaba con tres cosas: una cama, un microondas, y un cuadro que adornaba su pared. Con los años continúa su pasión por el arte y se dedica a coleccionar obras.

Hoy, casado y con un hijo con problemas de sordera conductiva, es testigo de que la ciencia médica logra milagros, y en este caso su pequeño ya cuenta con la habilidad de escuchar.

Gracias a esta experiencia, Francisco decide dedicarse a buscar maneras de agradecer y ayudar a personas que están pasando por el mismo problema que su hijo y que no cuentan con la facilidad de viajar a otros países para recibir ayuda.

Alan Urribarri, con la obra: 'Ganadores'

En noviembre de 2010, Francisco y su esposa conocieron la Fundación Oír es Vivir y decidieron que esta era su manera de ayudar. Así sumó su pasión por el arte y sus ganas de ayudar a los demás, creando la primera subasta para la fundación en 2018, que contó con 14 obras que fueron vendidas en su totalidad. Francisco se ha dedicado estos últimos 5 años a seguir creciendo con este evento para ofrecer a niños con pocos recursos, el regalo de la audición.

Un curador entra en escena

Sousa, tras tres años de organizar la subasta, conoció a Reinier Rodríguez, un curador que también deseaba ayudar a las personas a través de su amor por el arte.

En 2021, junto con Francisco, Reinier decidió apoyar a la fundación, siendo cocurador de esta subasta.

“A partir del año pasado, Francisco me invitó a que nos integráramos como curadores del proyecto, para darle ciertos hilvanes temáticos a la exhibición”, dijo a La Estrella de Panamá.

Las piezas

Para este año, el curador decidió organizar la exhibición según las diferentes temáticas que presentan las obras, desde la influencia del grafiti y arte urbano, hasta obras enfocadas en la naturaleza, paisaje urbano, la figura humana, la herencia del arte cinético y más. “Esta es una subasta bastante inclusiva. No nos pareció que debíamos pedir un tema en particular, sino permitir que el artista tuviera total libertad de expresar su estilo, temas e intereses”.

“Es una de las razones por las cuales recibimos muy buen contenido por parte de ellos, ya que se les permite, a través de sus obras, expresarse. De igual manera me permite ver qué camino está tomando Panamá con el arte y conocer la fuerza de estas personas”, comentó.

El arte no tiene edad

Allan Urribarrí creció como diseñador gráfico, pero en 2016, gracias a su esposa, decidió sumergirse en el mundo del arte a sus 42 años. “De niño estuve en un curso de dibujo con Olga Sinclair. De ahí comencé a crecer con el dibujo, pero lo dejé en la adolescencia. En mis años de universidad retomé ese amor por el arte, pero no lo formalicé hasta 2016, cuando comencé a tener un gusto por el collage digital que fue el primer trabajo que elaboré antes de entrar al mundo de la pintura”, cuenta el artista a este diario.

“Al llegar la pandemia y ver a mi esposa pintar todos los días, decidí utilizar mi tiempo libre para entrar en este nuevo terreno y atreverme a dibujar bocetos abstractos, lo cual se ha vuelto mi nuevo estilo de arte”.

Urribarí quiso crear una pieza única y nueva para la subasta llamada 'Ganadores', a base de óleos. Para el artista, esta obra “representa el impulso del ser humano a mejorar y llegar a la cima, a sus logros y a sus metas. Voy creando formas abstractas que, juntas, forman un microuniverso dentro del cuadro, convirtiéndolo en una urbe abstracta. Con esta obra quise representar los retos que como personas tenemos y cómo los superamos hasta llegar a la cima y cumplir nuestro propósito” dijo.

Las caras jóvenes del mundo artístico

María del Mar Granja creció rodeada de artistas. Sus padres, Armando Granja y Gladys Sevillano son escultores profesionales desde hace 40 años e inculcaron ese amor por el arte a su hija, desde muy temprana edad. Su formación la logró en Quimera, el taller de arte de sus padres. “Yo aprendí a hacer escultura en el taller Quimera, el estudio creativo de mis padres, y desde pequeña el arte me ha llamado mucho la atención, sobre todo la escultura, donde he podido ir desarrollando mis proyectos, principalmente en vidrio y bronce”.

Para María del Mar, la oportunidad de ser parte de la subasta de Oír es Vivir “lo es todo” y un logro como artista, además de la oportunidad de ayudar a personas de todas las edades a recibir ayuda fonoaudióloga.

Su obra de arte se titula 'Clean Heart', una mezcla de bronce con vidrio. “Creo que todos como humanos tenemos un corazón que más allá de ser un órgano, nos permite tener una combinación entre el alma y la consciencia lo que nos ayuda a manejarnos en el mundo. A partir de eso, puedes cargar un corazón pesado, ligero, limpio, oscuro –como sea que quieras llevar tu corazón–, siento que lo debes escoger sabiamente”, comentó.

Luis Lasso de la Vega conoció la subasta a través de Reinier y decidió participar. El joven de 18 años comenzó su recorrido por el arte desde los 10 años, a través de tutoriales de YouTube.

Durante la pandemia se propuso buscar información sobre arte urbano, pero debido al confinamiento adecuó los trazos libres de este género a formatos de bastidor.

“En mi arte, uso símbolos como ojos, orejas, gatos y más, que representan elementos que definen el arte urbano, y además uso colores fuertes que hagan contraste entre sí”, dijo a La Estrella de Panamá. Luis ha participado en ferias, bazares, donde ha presentado sus obras, y a los 16 años se dedica a vender sus cuadros de arte.

Una fundación que brinda 'el regalo del sonido'

La Fundación Oír es Vivir nació en 2008 de la mano de la Dra. Cynthia Guy, quien se vio motivada por un caso familiar, lo que la hizo vivir de primera mano la sordera y decidió ayudar a personas en el país.

En la actualidad, la fundación ha logrado ayudar a niños, adultos y adultos mayores en Panamá, brindando soporte de terapias de lenguaje, exámenes clínicos, giras de concienciación y equipos como auxiliares auditivos.

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