En búsqueda de la mejor sábana

Ya que pasamos la tercera parte de la vida en la cama, debemos conocer algunos datos importantes que junto a los colores, el diseño, el precio y los cuidados, son factores a considerar a la hora de elegir las sábanas. No hay nada más incómodo que una sábana que se sube a media cama o que se enrolla en los pies porque no alcanza. Entonces, ¿cuál es la mejor? Lo más elemental es la medida. Una sábana que no encaja perfectamente no sirve aunque sea muy bella y fina, y para que queden exactas es primordial la medida del colchón: ancho, largo y altura. Luego sigue la calidad, que no siempre va de la mano con el precio, ya que como pasa con los vinos, no siempre lo más costoso es necesariamente lo mejor. Muchas dudan se suscitan al momento de elegir las sábanas, ya que además de combinar con las cortinas, los muebles, la pintura de la pared y con lo que usted desee armonizar, deben quedarle bien a la cama. Aunque casi siempre cuando buscamos sábanas lo hacemos con una medida específica, (King, Queen, Full o Twin), en realidad pocas veces hay una afinidad entre esos nombres y las medidas, ya que no todos los colchones que caen bajo estas características miden igual. Como actualmente los colchones tienen dimensiones variadas, es necesario tomar muy en cuenta, además del ancho y largo, que la altura generalmente no varía de 1.90 m, dato que frecuentemente se desestima. El algodón cumple con todas las características necesarias para una buena sábana, pero también hay mezclas de algodón y fibras sintéticas que resultan excelentes si los porcentajes utilizados son como mínimo 50% de cada uno. Claro que siempre las de 100% algodón son más suaves, no generan pelusas y están libres de estática. El tipo de sábana que escoja obedecerá a sus necesidades particulares y al gusto. Una de las claves para elegir bien es la cantidad de hilos que contiene la tela, pues de ello dependerá la suavidad y la eficacia de las piezas. La calidad de las telas se determina por la cantidad de hilos por pulgada cuadrada. Las de más de 144 hilos por pulgada cuadrada tienen una terminación fuerte, suave y lustrosa, con una textura aterciopelada y duradera. Esta densidad le da a la tela un aspecto compacto y no se ve el entramado. Las de percal tienen 180 hilos o un poco más. Mientras mayor sea la cantidad de hilos, más suave y lujosa será la sábana. La mejor forma de saber si la sábana en verdad tiene la cantidad de hilos que dice la etiqueta es tocarla: debe ser suave, dúctil y flexible. En términos prácticos para la mujer que trabaja, son ideales las sábanas de 180 hilos, porque al ser elaboradas con 50% de poliéster y 50% de algodón, duran muchísimo y son fáciles de secar, siendo una opción excelente para los dormitorios de niños y jóvenes. En lugares de altos niveles de exigencia en calidad y confort, como los hoteles, se usan telas de 500 hilos. Claro que para ocasiones especiales nada iguala unas buenas sábanas de seda, de raso o satén, y son un excelente regalo de bodas o para nosotras mismas. Son muy populares por su suavidad, su comodidad y la duración. Como están hechas de fibras naturales son absorbentes y el aire circula mejor a través de ellas permitiendo remover la humedad fácilmente. El algodón es aislante y mantiene la calidez, conservando las capas de aire atrapadas entre las fibras. Cuando compre una sábana observe donde dice ‘Sábana ajustable’, allí se indica hasta qué tamaño llega: es aquí en donde debe coincidir con la medida de su colchón. (Como los rieles para cortinas, que dicen por ejemplo, desde un metro hasta 1.50). Cómprese un juego de 620 hilos. Es una excelente calidad y será un placer dormir en esa cama vestida de puro algodón de seda. Medio: Un juego de satín de puro algodón de 310 hilos. Son super sedosas y livianas. Práctico sin perder elegancia: sábanas de percal 180 hilos elaboradas con 50% de poliéster y 50% de algodón, una tela que dura muchísimo y es fácil de secar y planchar. Nunca pida una sábana King Size, Queen, Full o Twin; antes de comprar, mida el ancho, el largo de la cama y el alto del colchón, pídalas por esas medida y felices sueños. etiqueta