En torno a las Metas de Desarrollo Sostenible

  • 06/09/2025 00:00
Para el 2030 se estima que solo 1 de cada 5 países habrá reducido en 50 % su pobreza nacional. El 8,9 % de la población mundial seguirá viviendo en pobreza extrema

¿Cuál es el grado de cumplimiento de las Metas de Desarrollo Sostenible (MDS) 2030 de la ONU? La Secretaría General ha publicado (julio 2025) un informe actualizado al respecto. Hay progresos, pero hay serias dificultades.

Eliminar la pobreza extrema

Para 2030 se estima que solo 1 de cada 5 países habrá reducido un 50 % su pobreza nacional. El 8,9 % de la población mundial seguirá viviendo en pobreza extrema. 3.800 millones de personas no tienen cobertura alguna. Asimismo, en 2024 el 6,9 % de la población empleada ganaba menos de 2,15 dólares por día.

Hambre cero

Con avances, falta mucho. En el 2024 el 8,2 % de la población mundial padecía hambre muy severa y 28 %, casi 2300 millones, estaban en situación de inseguridad alimentaria moderada o grave. El 50 % de los países tiene precios elevados de los alimentos. La cifra es el triple de la que había antes de la pandemia.

Agua y saneamiento

En el 2024, 2.200 millones de personas carecían de agua potable segura, 3.400 millones no tenían saneamiento, 1.700 millones no contaban con servicios básicos de higiene en el hogar. En las escuelas, 646 millones de niños no tenían servicios básicos de higiene. Por otra parte, solo 56 % de las aguas residuales domésticas recibe un tratamiento seguro. Hay una crisis del agua. La causan, entre otros factores: la contaminación, el estrés hídrico y la deficiente gobernanza.

Inequidades

Enfrentar las muy agudas desigualdades y reducirlas fue la necesidad más urgente destacada por la encuesta mundial realizada a más de 16 millones de personas previamente a su elección. Actualmente, la proporción del ingreso laboral en el producto bruto en el mundo en desarrollo no muestra avances, lo que hace persistir las desigualdades. Los niveles de discriminación siguen aumentando. Los más afectados son los más pobres, los que tienen menos educación, las mujeres y los discapacitados. La cooperación internacional ha sido clave para extender cobertura y bajar desigualdades. El informe señala: “Sin embargo, dadas las tendencias actuales en la cooperación internacional, el futuro de la asistencia oficial para el desarrollo parece incierto y potencialmente limitado”. También subraya que para enfrentar la desigualdad y el aumento de las discriminaciones “será necesario brindar apoyo adicional a los grupos de población vulnerables, combatir la creciente discriminación, proteger los ingresos laborales e introducir reformas estructurales para impulsar el crecimiento en las economías emergentes y en desarrollo”.

Clima

El clima sigue deteriorándose aceleradamente. La última década fue la más calurosa desde que se mide la temperatura de la tierra, y 2024 fue el año pico. Los desequilibrios ambientales siguen pronunciándose, provocando intensas migraciones, incrementando la inseguridad alimentaria y comprometiendo las economías vulnerables. Resalta el informe que “los esfuerzos mundiales actuales están muy por debajo de lo necesario... El coste de la inacción supera con creces el coste de la acción, y la ventana para asegurar un futuro habitable y sostenible se está cerrando rápidamente”.

Resumiendo

Sin duda, las MDS 2015-2030 han marcado un paso adelante fundamental para el progreso. Han incidido fuertemente en los debates sobre el desarrollo. Se han transformado en un componente central de los análisis contextuales. Las 17 metas y 169 submetas identificadas son del más alto valor a nivel mundial, regional, nacional y local. Con el apoyo del PNUD, la inmensa mayoría de los países las ha desagregado y cuantificado en todos esos planos. Se trata de un plan maestro inédito para orientar las sociedades. Pero el intento de avanzarlas ha encontrado dificultades muy duras de intereses creados que, como lo muestra el informe de progreso reseñado, han dejado lejos del alcance para el 2030 varias de las metas claves.

Las realidades referidas reclaman redoblar los esfuerzos para los años próximos y, más allá de ellos, darles continuidad y sustentabilidad. Eso puede hacer la diferencia en esperanza y calidad de vida para amplios sectores del género humano.

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