El café, una bebida con propiedades especiales para la salud

  • 23/07/2020 00:00
Fundamentos científicos avalan que el consumo de café previene enfermedades como el cáncer y daños celulares. Investigadores estudian sus componentes químicos, organolépticos y nutracéuticos en base a sus efectos en la salud

El café es considerado la bebida universal por excelencia. En cualquier lugar del mundo, los hoteles y restaurantes siempre lo ofrecerán en sus menús como una opción, ya sea antes o después del desayuno, almuerzo o cena.

Los grandes propagadores del café fueron los holandeses, quienes explotaron grandes plantaciones en sus colonias de Ceilán e Indonesia.

Pese a que el café ha revolucionado la gastronomía, algunos detractores opinan que es nocivo para la salud. Sin embargo, otros argumentan que hay miles de razones para consumirlo porque posee una gran variedad de beneficios, como la prevención del cáncer y daños celulares, además de que contiene propiedades antienvejecimiento.

Aracelly Vega, investigadora nacional en la Secretaría Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación (Senacyt), cuenta que desde hace seis años están evaluando los componentes químicos, organolépticos y nutracéuticos del café y su impacto en la salud.

“El café es una fuente considerable de polifenoles y compuestos fenólicos, que puede aportar antioxidantes a la dieta, particularmente en el caso de nuestro país, donde no se consumen de forma regular otras bebidas como el vino o el té, también abundantes en compuestos de esta naturaleza”, resalta Vega.

La también investigadora de la Universidad Autónoma de Chiriquí reconoce que durante estos años de investigación encontraron dos componentes que favorecen la salud, como la cafeína (que es un estimulante cardíaco y vasodilatador) y los ácidos clorogénicos, que son los antioxidantes que protegen contra el daño celular, evitan el cáncer y retardan el envejecimiento.

“Está demostrado que la cafeína es un diurético, estimulante cardíaco, y un vasodilatador, lo que es muy beneficioso para la salud ”, señala.

Asegura que en este estudio se determinó que la cantidad límite para la ingesta de café es de 400 miligramos al día, pero es necesario conocer el tipo de café.

Según Vega, a nivel comercial en Panamá existen variedades de café como el geisha, arábiga, borbón, y dependiendo de cuál se consuma, variará la cantidad de cafeína.

Otra perspectiva

Aunque la investigación es abrumadoramente positiva, todavía hay algunas advertencias sobre el consumo de café. Por un lado, algunas personas son más sensibles a los efectos de la cafeína y si exceden las cantidades pueden padecer nerviosismo, insomnio, gastritis y hasta úlceras”, detalla Vega.

En cuanto a la evidencia científica para corroborar esta afirmación, un estudio de noviembre de 2015 en la revista Circulation, encontró que las personas que bebían de tres a cinco tazas diarias tenían un 15% menos de riesgo de muerte prematura. Ese resultado incluyó el café regular y el descafeinado.

Por otra parte, el consumo de café estuvo relacionado a un menor número de muertes por enfermedades cardíacas, neurológicas, y suicidio. Tampoco se correlacionó con la muerte por cáncer.

Esta investigación fue epidemiológica y examinó a una amplia franja de la población, observando las tendencias en el comportamiento.

En estudios más recientes (2017) reseñados en Annals of Internal Medicine, han relacionado el consumo de café con una vida útil más prolongada. Una investigación europea determinó que los participantes que bebían más café, tenían un 10% menos de riesgo de morir por cualquier causa, en comparación con aquellos que no lo hacían.

Otras revelaciones con base científica aseguran que las mujeres embarazadas pueden tomar café con un límite de cafeína de hasta 200 miligramos por día; más allá de eso, existe un mayor riesgo de aborto espontáneo. Las mujeres que amamantan también deben considerar su ingesta total de cafeína, ya que en dosis alta es perjudicial.

Novedades para la cata de café

Según Vega, desde hace tres años participan científicamente en las catas de café que se llevan a cabo en Boquete.

“Como Centro Nacional de Investigación Científica deseamos desarrollar una forma electrónica de catar café, es decir, que no sea solo el ser humano el que vea las propiedades organolépticas de este, sino también nosotros, ya que hemos desarrollado un modelo matemático que pudiera predecir la calidad del café. Estamos apostando por esa investigación, aún en proceso, que tiene como nombre: Modelo matemático para catar”.

La investigadora puntualiza que este proyecto solo busca apoyar el proceso de cata, mas no sustituir al ser humano. “Para que un café logre ser catado internacionalmente se tiene que pagar mucho dinero, pero si nosotros le hacemos ese análisis en el laboratorio, podemos predecir o decir antes de eso”.

“Por ahora no podemos ofrecer en un 100% esta investigación, pero dentro de un año estaríamos listos y podremos decir si el café vale la pena para que sea considerado para la venta electrónica”, dice Vega.

Las plantas de café son originarias de Etiopía, y probablemente fueron llevadas a Arabia y a la India por los peregrinos musulmanes que viajaban a La Meca. Sin embargo, los grandes propagadores del café fueron los holandeses, quienes explotaron grandes plantaciones en sus colonias de Ceilán e Indonesia. Ellos importaron el cafeto y lo aclimataron en los jardines botánicos, desde donde pasó a la Guayana Holandesa, Brasil, Centroamérica y a otros países.

Finalmente, la investigadora enfatiza que es necesario conocer nuestros productos y consumirlos. “Una de las frutas con más antioxidantes es la guayaba, y preferimos comer manzana y pera que vienen de afuera. Tenemos que volvernos innovadores o emprendedores con nuestros productos agrícolas. Estoy segura de que el café será uno de los productos que nos ayudarán a salir adelante luego de esta pandemia”.

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