Pasión cinéfila por el Jazz

Actualizado
  • 12/01/2012 01:00
Creado
  • 12/01/2012 01:00
Con la fascinación por el Panama Jazz Festival, miles de panameños renuevan sus votos culturales gracias a este evento anual, a benefic...

Con la fascinación por el Panama Jazz Festival, miles de panameños renuevan sus votos culturales gracias a este evento anual, a beneficio de la Fundación Danilo Pérez. De esta manera, la efervescencia musical no se aleja del cine, que a través de su historia ha presentado una serie de inolvidables referentes que evidencian la locura de amor que le tiene el celuloide al jazz.

The Jazz Singer, de 1927, con Al Jolson, comenzó con la fiebre. Luego, desde Luis Armstrong y Duke Ellington, pasando por la era del swing y la extraordinaria Stormy Weather de 1943, con Fats Waller y Cab Calloway, el jazz se metía en la sangre del cinéfilo que disfrutó en esencia de lo que, más adelante, genios musicales como Henry Mancini (La Pantera Rosa), Lalo Schifrin (‘Misisón Imposible’) o Dave Grusin (Los fabulosos chicos Baker) recetarían a través de grandes proyectos cinematográficos que hicieron historia.

Europa, por supuesto, también sucumbió ante el embrujo y su más claro ejemplo fue Ascenseur pour L’échafaud de Louis Malle (1957), un poderoso drama de suspenso con Jeanne Moreau, cuya banda sonora la hizo Miles Davis.

En la historia del cine, se han estrenado miles de títulos que tienen como referencia directa o indirecta al jazz. Entre ellos: The Benny Goodman Story, interpretada por Steve Allen como el ‘rey del swing’. Claro, este filme no escapa de los problemas de la época: la descoordinación entre la colocación de la música para justificarse ante el guión.

Lady sings the blues, de 1972, con Dianna Ross, interpretando a Billie Holiday. Ross consigue una impecable actuación demostrando hacer un digno tributo a la leyenda de la música, la tormentosa cantante de jazz.

Aunque no es un filme sobre jazz en sí, la comedia Blazing Sadles de Mel Brooks, cuenta con una banda sonora que grabó la orquesta de Count Basie.

New York, New York, de Martin Scorsese, con Robert De Niro y Liza Minelli, que recrea momentos mágicos en la historia de esa gran ciudad y la música que la inspira día a día.

Los Hermanos Caradura, de John Landis, con John Belushi y Dan Aykroyd, que se destaca por rendirle tributo a Cab Calloway.

City Heat, con la dupla ganadora de Burt Reynolds y Clint Eastwood. Sí es un mal ejemplo de comedia de acción y film noir, sin embargo su música es en esencia el jazz de la época en que está ambientada, y eso la hace muy refrescante.

The Cotton Club, de Francis Ford Coppola, en su momento muy cuestionada, pero pasó la prueba del tiempo como una magnifica película ambientada en el club más elegante de Harlem: El Cotton Club. El cuidadoso Coppola recreó a la perfección la época y logró sacarle buenas actuaciones a Richard Gere, Diane Lane y Gregory Hines.

Round Midnight, Dirigida por el francés Bertrand Tavernier, logra llevarnos a los escenarios parisinos para recrear pedazos de la vida de Dale Turner, interpretado con un exquisitez por el jazzista Dexter Gordon. Herbie Hancock ganó el Oscar a la Mejor banda sonora.

Bird, de Clint Eastwood. Como enamorado del jazz y admirador consumado de Charlie Parker, el extraordinario director asume con rigor histórico, la genialidad y depresión de Charlie Parker. Forest Withaker en una de sus más memorables actuaciones.

Mo’ Better Blues, de Spike Lee, una de las buenas películas sobre jazz. Denzel Washington y Wesley Snipes aportan mucho carisma en esta historia en donde el jazz permanece como protagonista.

Los rebeldes del swing. Con Robert Sean Leonard (House M.D.) y Christian Bale (El caballero de la noche), sobre un grupo de chicos que en la Alemania Nazi se rebelan contra el orden el stablishment a través de lo que Benny Goodman tenía que decirle a la sociedad con su swing.

El demonio viste de azul, de Carl Franklin, que en sí es un filme noir que se caracteriza por tomar con mucho estilo elementos clásicos del género, con una banda sonora de buen jazz, que nos traslada rápidamente al ‘mood’ de la era.

Kansas City, de Robert Altman, Harry Belafonte y Jennifer Jason Leigh protagonizan esta historia de crímenes y jazz, contada por el mítico realizador norteamericano.

El documental Wild Man Blues, que dirige Barbara Kopple y nos enseña la pasión de Woody Allen por el jazz y su clarinete.

Sweet and lowdown, de Woody Allen, que muestra la vida de Emmet Ray, ‘el segundo mejor guitarrista’ y contemporáneo de aclamado Django Reinhardt. Sean Penn da vida al personaje y consigue una gran actuación en este clásico de Allen.

Calle 54, de Fernando Trueba. Documental/Concierto que nos muestra esa loca pasión del director de Belle Epoque sobre el jazz latino, a través de entrevistas y presentaciones de los artistas que él recluta para este extraordinario proyecto.

R ay, de Taylor Hackford, que cuenta la vida del músico Ray Charles, su paso arrollador por la música y las drogas. Jamie Foxx en el rol de su vida interpreta al afamado pianista norteamericano.

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