La tríada letal

Actualizado
  • 03/02/2024 00:00
Creado
  • 02/02/2024 19:14
En psicología este concepto se refiere a los tres rasgos de la personalidad que definen lo que comúnmente llamaríamos una “mala persona” y estos rasgos son: maquiavelismo, narcisismo y psicopatía

Donald Trump, Vladimir Putin, Daniel Ortega, Nicolás Maduro, John F. Kennedy, Manuel Antonio Noriega, (solo por mencionarle algunos)... ¿qué tienen en común todos estos personajes que los hace o hizo altamente letales? Todos, aunque parezca mentiras comparten una triada oscura que, de existir en una persona, tarde o temprano los hará altamente tóxicos y peligrosos para quienes los rodean.

En psicología, este concepto se refiere a los tres rasgos de la personalidad que definen lo que comúnmente llamaríamos una “mala persona” y estos rasgos son: maquiavelismo, narcisismo y psicopatía.

Quienes las lleven en su ADN no dudan en manipular, mentir y saltarse cualquier principio ético o moral para conseguir objetivos, muestran comportamientos desajustados socialmente o extremadamente egoístas, lo que implica el sufrimiento de otros y saltan muchas normas sociales pensando solo en los propios beneficios por encima de cualquier cosa o persona, ¿no me diga que ya tiene en mente a alguien?

Es realmente fácil ponerle rostro a la descripción anterior porque esta configuración puede darse en cualquier tipo de perfil profesional, sin embargo, por sus características, podría ser más usual en ciertos empresarios y emprendedores, así como en puestos directivos con toma de decisiones y es posible, a como camina el mundo, que la prevalencia de psicópatas en los negocios se haya incrementado, además, aunque le parezca extremo, hay candidatos y líderes políticos que realmente deberían someterse a una evaluación psicológica que descarte estos rasgos oscuros antes de una elección.

Las personas que perfilan maquiavelismo se caracterizan por ser cínicas, sin principios, creen en la manipulación interpersonal como la clave para el éxito en la vida y actúan fieles a esta “premisa”, usan a las personas que están a su alrededor en la medida en que éstas les proporcionen éxito y satisfacción personal por lo que llegan a ver a los demás como medios para lograr sus fines. Así mismo, se han encontrado asociaciones negativas entre maquiavelismo, amabilidad y responsabilidad, por lo que cuanto mayores son los niveles de este rasgo, menor es la tendencia a actuar de forma responsable y amable con otras personas.

Por su parte, las personalidades narcisistas se caracterizan por poseer sentimientos de grandiosidad y superioridad desmesuradas, al igual que el maquiavelismo, se asocian a una tendencia a utilizar a las personas de su entorno, así como a una baja capacidad empática. Las personas narcisistas son exhibicionistas de sus “virtudes y encantos” y necesitan la atención y admiración constante de su entorno. Al mismo tiempo, son extremadamente sensibles a las críticas que cuestionan su supuesta superioridad y pueden reaccionar de forma violenta.

Los individuos con rasgos psicopáticos son personas egoístas, dominantes, manipuladoras, irresponsables, temerarias, y con una falta total de empatía y remordimiento ante el sufrimiento ajeno. La característica principal de una personalidad psicopática es el bajo miedo y la ausencia de lo que entendemos como “consciencia”; así mismo son buscadores de sensaciones y fácilmente violan reglas sociales. En las relaciones interpersonales, son locuaces, encantadores y establecen afectos superficiales, además, las personalidades psicopáticas se caracterizan por otras características como ausencia de nerviosismo y/o ansiedad ante situaciones que pongan en juego su imagen o prestigio.

Para personas que no sean expertas, puede resultar muy difícil identificarlas, ya que son personas astutas y con doble cara que inicialmente suelen resultar encantadoras y disponibles, algo que es completamente falso y no es más que parte de su estrategia de manipulación.

Los profesionales de la gestión humana sí deberían conocer las peculiaridades de estos perfiles, pues su presencia en las organizaciones no suele traer nada bueno y los procesos de selección deberían intentar también detectar este tipo de personalidades. De hecho, hay herramientas específicas y con garantías de fiabilidad y validez psicométrica que se emplean para identificar estos perfiles.

Como dato curioso, existe una gran diferencia entre sexos, pues es mucho más frecuente encontrar este perfil en hombres que en mujeres, a diferencia de otros perfiles de personalidad (el ansioso por ejemplo).

Diversas personas acusan a ciertos políticos de tener esta triada oscura de personalidad ya que en muchísimos casos, cuando llegan al poder, no tienen empatía ni remordimientos y adoptan estrategias cuyo único fin es beneficiar sus propios intereses. Para ponerle un ejemplo sonado, más de 200 psicólogos alrededor del mundo apuntaron a que Donald Trump ya poseía dos de estos rasgos cuando llegó al poder en enero del 2017.

Asumo amigo lector que usted se preguntará ¿y como anda la cosa en nuestro patio? Se lo resumo así, no todo lo que brilla es oro. Es por ello que votar a consciencia es clave como así la escucha activa y la observación al detalle.

En este punto le comparto la frase del escritor francés Edmond Thiaudière: “La política es el arte de disfrazar el interés particular como interés general”. Y esto amigo lector, con el tiempo y por los ejemplos que observamos por todo el mundo se da más que seguido.

Para concluir, Judi James en su libro La Biblia del Lenguaje Corporal tiene una frase muy interesante la cual cito: “La mayoría de líderes tienen los valores que son el reflejo de sus seguidores”, entonces, ¿será que muchos de nosotros sin saber poseeremos esta triada? Se lo dejo de tarea.

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