Mariblanca Staff Wilson: 'Hay que seguir, esta lucha es permanente'

Actualizado
  • 11/02/2020 06:00
Creado
  • 11/02/2020 06:00
La abogada y feminista recibió un homenaje de Fundagénero en sus 10 años de fundación. Su objetivo ha sido empoderar a la mujer para que esté consciente de sus derechos

Fundadora y primera presidenta de Fundagénero, Mariblanca Staff Wilson recibió un homenaje en los 10 años de fundación de esta oenegé dedicada al empoderamiento femenino. Sin embargo, la abogada ha dedicado mucho más de 10 años a la lucha por los derechos de las mujeres. Cuenta con una extensa lista de publicaciones dedicadas al tema de la mujer en la legislación panameña. Además, a lo largo de su carrera ha obtenido 17 fallos favorables de la Corte Suprema que han declarado inconstitucional normas discriminatorias contra la mujer. Sobre el camino recorrido, y el que falta por recorrer, Staff Wilson responde a esta entrevista para MIA, Voces Activas.

Mariblanca Staff Wilson: 'El problema más grave por el que atraviesa nuestro país, y también muchos países de la región centroamericana, es el feminicidio'.
¿Por qué es tan difícil de entender que debe existir igualdad de derechos y oportunidades entre hombres y mujeres?

Es una cultura patriarcal que viene de siglos. Desde la misma creación de la humanidad. Y resulta muy difícil cuando hay un sistema establecido, que se puedan lograr los cambios que tú quieres. No es imposible, sí se puede hacer. Esto es un trabajo que tiene que empezar desde la niñez, desde los hogares. Son siglos de esa cultura patriarcal de dominio, de subordinación de las mujeres para hacer todo lo que los hombres quieren. Allí hay un punto clave. El tema de la educación desde la infancia para realizar cambios y para generar relaciones humanas en igualdad y en equidad.

¿Qué tal observa el panorama de la mujer con respecto a sus derechos al día de hoy?

Desde luego que se ha avanzado muchísimo, hay muchas conquistas muchos logros, sobre todo en el plano jurídico. Las mujeres en distintos países han logrado leyes para mejorar las condiciones, sin embargo eso no significa que ya se haya logrado todo. Hay que seguir, esta lucha es permanente, insistiendo en que tiene que ser algo que no se quede solamente en la letra, sino en la práctica y en la práctica cotidiana.

Usted se ha dedicado al tema de los derechos de las mujeres por muchos años. ¿Ha cambiado mucho la situación de entonces acá? ¿Cuáles considera los más grandes cambios que ha habido?

Desde luego se han logrado victorias en el plano laboral, en el político; pero son victorias parciales, no son victorias completas. Por ejemplo en el plano nacional, era impensable, hace algunos años, que las mujeres pudieran llegar a puestos clave en el gobierno: ser ministra o ser Presidente de la República, pero el llevar mujeres al poder o al ejercicio político no necesariamente implica para las otras mujeres ganancias o beneficios. Tienen que ser mujeres comprometidas con el tema de los derechos humanos, de los derechos de las mujeres, de la igualdad. Con el tema de tratar de eliminar la violencia de género que está acabando con las mujeres panameñas.

Podemos decir que esta es una carrera de resistencia pero, ¿significa esto que todo vale? Algunos movimientos que se han dado en fechas recientes han resultado chocantes como 'El violador eres tú', o #metoo o #Time's up...

En realidad ha habido un panorama bien complejo en el que los movimientos de mujeres, las feministas han tenido que buscar muchas vías para sus luchas. Pienso que todo vale, siempre y cuando haya respeto a la dignidad humana, que primen los valores éticos, los valores morales. No hay que caer en el mismo juego en el que caen los hombres; tratar de conciliar, no de manera débil, sino con fortaleza para lograr que haya cambios positivos en la conquista plena del ejercicio de los derechos humanos de las mujeres.

Puntualmente hablando del trabajo de Fundagénero, que hace poco celebró su décimo aniversario, ¿cuáles han sido los programas y la respuesta que han logrado con su trabajo?

Fundagénero se creó con un objetivo fundamental: el empoderamiento de las mujeres en Panamá a través de la capacitación en temas fundamentales como los derechos humanos, la violencia contra las mujeres, la trata de personas y el acoso. Estos son los temas centrales de los proyectos de la fundación. Se han realizado diversos proyectos. En 2010 realizamos un proyecto con la Coalición contra el tráfico de mujeres y niñas en Latinoamérica y el Caribe, y a nivel nacional se realizaron talleres con varones jóvenes entre los 12 y 18 años en distintos colegios de la república para ir generando ese cambio que se requiere en los hombres desde muy jóvenes. También hemos tenido capacitación en temas de violencia y de acoso a nivel nacional en El Valle de Antón, y en Chiriquí, y siempre hemos estado en colaboración con otras organizaciones de mujeres que también hacen posible ese trabajo de manera conjunta. El trabajo de estos 10 años ha logrado colocarnos en una situación de prestigio y de consulta, siempre por parte de las organizaciones y de entidades gubernamentales que solicitan el apoyo de Fundagénero para el tema de las capacitaciones.

En el plano nacional, ¿está el movimiento feminista bien encaminado con respecto a la comunicación entre las distintas agrupaciones que lo promueven?

Diría que en términos generales sí hay una coordinación, una comunicación sin que cada organización se sienta por ello amarrada a ninguna otra. Cada quien es independiente y actúa de manera independiente, pero siempre que hay casos emblemáticos hay esa comunicación y esa coordinación para organizar esfuerzos con respecto a lo que hay que hacer, a las políticas de desarrollo que hay que realizar para lograr los aspectos que se busca conseguir.

Los temas a combatir son bastante variados: violencia, feminicidio, acoso callejero, falta de espacios de participación en la sociedad, inequidades salariales, ¿se ha establecido de alguna forma un mapa o forma de actuar ante estas realidades?

El problema más grave por el que atraviesa nuestro país, y también muchos países de la región centroamericana, es el feminicidio. Y si bien es cierto que hay leyes que lo tipifican, de nada sirven si quienes tienen que aplicar las leyes, la justicia, no lo hacen como deben hacerlo. Una prioridad, en ese sentido, es un proyecto que ha llevado adelante Fundagénero sobre los brazaletes. Tuvo la acogida, pero no llega a concretarse. Hay que insistir en ese tema. También es prioritario el asunto de la participación política. Allí también hay unos aspectos que hay que motivar, hay que incentivar, hay que trabajar. Un ejemplo es que se acaba de instalar la comisión electoral, y si ves la foto de la comisión, no hay una sola mujer. Eso indica que hay una carencia de tomar en cuenta la participación de las mujeres en los espacios de toma de decisión y en los espacios políticos.

En cuanto a la participación política, se ha hablado en pro y en contra del establecimiento de cuotas de participación. ¿Cuál es su opinión sobre esto?

Pienso que las cuotas son necesarias mientras no exista un balance que le dé el espacio y la participación de las mujeres. Cuando haya igualdad y equiparación entre hombres y mujeres, en el plano político, que tengan las mismas oportunidades y facilidades para participar en política, entonces no serán necesarias.

Hay quienes dicen que las más machistas son las propias mujeres...

Algunas mujeres sienten que nunca han sido discriminadas, que no han tenido obstáculos en su vida profesional, y tal vez sean las menos. Por eso hay esa corriente de mujeres que actúan de manera machista. Pienso que sí es cierto, que hay mujeres que actúan de esa manera, no han tomado consciencia de lo que les ha costado o les cuesta a las mujeres surgir en un mundo tan competitivo junto a los hombres, que siempre han sido considerados, independientemente de que tengan una educación o de que tengan los créditos. Sería bueno llamar a la reflexión a esas personas, a esas mujeres sobre todo, de tomar consciencia para apoyar a otras mujeres, para que puedan lograr lo que ellas han logrado.

En estos momentos el Consejo Nacional de la Mujer busca a las candidatas que formarán parte de la terna que se le enviará al Presidente de la República para escoger a quien dirigirá el Instituto Nacional de la Mujer por los próximos cinco años. ¿Qué deberían tomar en cuenta?

Lo fundamental es escoger a una persona que no tenga solo los créditos y méritos académicos, sino los valores éticos y la experiencia necesaria, el conocimiento y la práctica en los derechos humanos de las mujeres y la lucha para su empoderamiento, por la plena igualdad y equidad de hombres y mujeres en Panamá. Se necesita de un Instituto de la Mujer que sea fuerte y que realmente se convierta en esa instancia donde las mujeres puedan estar seguras de que van a encontrar apoyo a sus demandas.

¿Qué mensaje le daría a la mujer panameña que en estos momentos busca ese apoyo para alcanzar mejores logros?

Lo principal es tener sueños, ideales y perseguir esos sueños. Luchar por lo que quieres a través de la educación, a través de ser solidaria, con las demás mujeres, y fundamentalmente a través de los esfuerzos de capacitación en los temas que no conoces. Busca la manera de conocer y saber, no dejes nunca que nadie limite tus sueños.

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