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- 16/10/2012 02:00
- 16/10/2012 02:00
PANAMÁ. Los humedales de la bahía de Panamá se han convertido en un pastel en disputa. El Ministerio de Vivienda (MIVIOT) busca en ellos una solución para ganar espacios para expandir la ciudad. Los grupos ambientales, por su parte, quieren conservarlo. Y la ANAM quiere negociar.
La presión que experimentan los humedales de la bahía por el crecimiento de la ciudad es muy fuerte. Ni siquiera se ha respetado la protección internacional que le ha otorgado la Convención Ramsar, un organismo que se dedica a proteger el hábitat de aves y coordinar el uso prudente de los humedales. En ese sitio se han aprobado dos proyectos, el Panamá Country Club y la Planta de Tratamiento de Aguas. Y hay otro que está en espera de aprobación del Estudio de Impacto Ambiental (EIA).
La ANAM se equivocó en aprobar los proyectos, admite Silvano Vergara, director encargado de ANAM, porque reconoce que no se debe construir en esas áreas. Y culpa a las administraciones anteriores de estas situaciones.
Como si esto fuera poco, el Ministerio de Vivienda (MIVIOT) busca en ellos espacios para expandir la ciudad tomando en cuenta que ‘han sido altamente intervenidos y que el manglar fue eliminado y los recursos naturales son escasos’, de acuerdo con una carta enviada a la ANAM el día 1 de octubre del 2012. No contento con esto pide a la ANAM de ‘manera urgente y por el interés nacional suspender cualquier proceso de expansión o modificación del sitio Ramsar’.
LA AUTORIDAD
La ANAM actuó con rapidez para hacer efectiva esta solicitud. Envió una carta a la Convención Ramsar. En esta piden se suspenda la extensión del área protegida solicitada en el 2009.
Los grupos ecológicos se pronunciaron en contra del administrador encargado de la entidad, Silvano Vergara, quien firmó la misiva. Aseguran que la entidad está violando los preceptos para los que fue creada: dar ‘prioridad, en su política, a la conservación de ecosistemas marinos con niveles altos de diversidad biológica y productividad, tales como los ecosistemas de arrecifes de coral, estuarios, humedales y otras zona de reproducción y cría’.
El administrador de la entidad de defendió de esas acusaciones. Se justificó diciendo que existe la necesidad de establecer de forma efectiva los límites del sitio Ramsar, por que los actuales no se respetan. Aseguró que sólo se ha pedido una suspensión para que las partes interesadas puedan, de manera consensuada, enfrentar el problema que afecta a este humedal de importancia internacional.
EL DESARROLLO LE GANA A LA CONSERVACIÓN
El sitio original Ramsar creado en el año 2003 era de 48 mil 919 hectáreas. ‘Y nadie cuestiona esa área’, dice Vergara. Pero el área que se extendió tiene zonas que ‘no están protegiendo nada’. Mientras que hay otras, ‘que son amplias zonas de manglares que no están protegidas’. ‘Este es el aspecto que uno tiene que buscar una mejor negociación’, señaló el funcionario de ANAM. Pero los grupos ambientalistas no creen en esto. Están convencidos que lo que se quiere es darle paso al desarrollo de estás áreas, cuyos límites actuales, con la ampliación del sitio, en 2009, suman 85 mil 652 hectáreas.
Y han manifestado su rotundo rechazo a la intención de ANAM y MIVIOT de reducir los límites del sitio Ramsar ‘para favorecer intereses particulares’. Si vuelve a los linderos originales se le estaría reduciendo un 43%, según Zuleika Pinzón, directora ejecutiva de la Fundación MarViva.
UN RUMOR
La Sociedad Audubon de Panamá, Fundación MarViva, la Asociación Nacional para la Conservación de la Naturaleza (ANCON), el Centro de Incidencia Ambiental (CIAM) y la Sociedad
Panameña de Ingenieros y Arquitectos de Panamá (SPIA) hicieron estas denuncias durante una conferencia de prensa el día de ayer. Y advirtieron no se quedarán de brazos cruzados ante esta amenaza que no sólo pone en peligro el ecosistema sino también vidas humanas, ya que los humedales son barreras que protegen de las inundaciones.