La presidenta de la asociación, Natzare Bermúdez, brindó a La Estrella de Panamá una radiografía sobre las condiciones en las que han llegado para ser...
- 13/09/2013 02:00
Un estudio realizado en diferentes prisiones de Reino Unido, indica que hombres gays que purgan condena y tienen sexo consensuado entre ellos sufren diversas consecuencias, entre ellas la separación definitiva. Un estudio llevado a cabo por un organismo de control penitenciario reveló que presos homosexuales que mantienen relaciones sexuales consensuadas son castigados por las autoridades de los penales al ser descubiertos.
La Comisión sobre Sexo en Prisión, de la Liga Howard para la Reforma Penal en Inglaterra y Gales, advirtió también que la población de los penales está en riesgo latente de contraer infecciones de transmisión sexual (ITS), debido principalmente a su vida sexual activa y la dificultad que representa conseguir condones tras las rejas. Sin embargo, las autoridades penitenciarias indican que es muy difícil para el personal de los penales, distinguir entre el sexo consensual y un caso de abuso sexual, sobre todo por la evidente personalidad criminal de los involucrados en el sexo dentro de prisión.
Así mismo aclararon que por el momento, los presos que son descubiertos manteniendo relaciones sexuales son separados y reciben alguna sanción administrativa. Aunque no existe una norma oficial al respecto del sexo entre reclusos, el Servicio de Prisiones de Reino Unido no permite estos actos.
Por su parte, algunos prisioneros se han quejado de que personal de seguridad de los penales entran sin previo aviso durante la hora de dormir para ‘cacharlos’, algo francamente molesto. Uno de ellos, contó que en alguna ocasión, él y su compañero de celda permanecían sentados en la cama tomados de la mano y eso fue suficiente para que recibieran una sanción. La Comisión Nacional para el SIDA en Reino Unido advierte que este tipo de medidas sólo alenta a los prisioneros a llevar a cabo practicas que los ponen en riesgo de contraer VIH. De hecho, según algunos reclusos, es muy difícil hacerse de condones dentro de la cárcel, lo que los orilla a tener sexo sin protección. Es importante tomar en cuenta que muchos de estos reclusos algún día volverán a las calles y representarán un riesgo para sus parejas sexuales fuera de prisión. Es por ello que es crucial tomar decisiones adecuadas sobre políticas de salud pública, fuera y dentro de las cárceles.