Cómo mantenerse activo en el running

Actualizado
  • 10/03/2013 01:00
Creado
  • 10/03/2013 01:00
Es normal que determinadas situaciones influyan en la regularidad de nuestros entrenos y puedan llegar incluso a provocar el cese de los...

Es normal que determinadas situaciones influyan en la regularidad de nuestros entrenos y puedan llegar incluso a provocar el cese de los mismos. Aspectos físicos, laborales, familiares y de motivación son los que con mayor frecuencia condicionan el que un runner cuelgue las zapatillas por un periodo de tiempo largo o incluso de manera definitiva.

EL CUERPO DICE NO

Correr debería ser sinónimo de disfrutar, y no de sufrimiento. Es obvio que un runner, sobre todo si compite habitualmente, pasa por algunas sesiones de mayor exigencia en las que sentirá incomodidad en la respiración y fatiga muscular, pero eso dista mucho de asimilarlo a enfermedades que realmente sí causan dolor entendido como tal.

El paso de los años, lesiones recurrentes, y enfermedades, incluyendo aquellas que ponen en riesgo la propia vida del corredor, han llevado a muchos runners a poner punto y final a su afición atlética al sentir que su cuerpo ya no está capacitado para seguir en activo, o al menos a un nivel mínimo aceptable según sus objetivos.

LA FALTA DE TIEMPO

Por lo general, el runner suele ser un deportista bien organizado que se caracteriza por tener estructurada su vida privada en torno a 3 pilares básicos: trabajo, familia y deporte. En las competencias se está observando el fenómeno de que las categorías donde suele haber mayor nivel coinciden con aquellas edades donde el runner dispone de un mayor tiempo para el entrenamiento, entendiendo este concepto en un sentido amplio que incluye tanto las propias prácticas, como periodos regulares para una buena alimentación y descanso.

Es obvio que atletas jóvenes sin responsabilidades laborales o familiares tienen su programa diario más relajado que aquellos que recién forman una familia propia con hijos o se incorporan al mercado laboral en una empresa. De igual modo, atletas por ejemplo de categoría master por encima de los 40-45 años, suelen disponer también de un mayor margen de tiempo al haber crecido ya sus hijos, o estar en posiciones laborales más estables.

AUSENCIA DE MOTIVACIÓN

Al hablar sobre el famoso "boom" del running que se está viviendo en nuestro país en consonancia con otros países de nuestro entorno, solemos hacer mención a una pluralidad de factores que son los que mueven a los corredores diariamente a salir a la calle a "devorar" kilómetros.

El afán de superar nuevas metas, poner a prueba nuestros límites, sentirnos bien con nuestro cuerpo, o socializar siendo parte de un grupo, son algunos de los incentivos que nos hacen vencer una mala climatología o la pereza de madrugar en las mañanas. Pero durante la vida de un runner, su psicología sufre muchos cambios, y la disminución o desaparición de estos factores puede abocar al corredor a una total apatía y abandono de la actividad.

MANTENER EL CONTACTO

Sea cual sea el motivo que provoque en nosotros el dejar de ejercitarnos, es conveniente seguir manteniendo el contacto con el mundo del running.

Rutinas como acudir a las competencias como voluntario o como público, frecuentar las redes sociales de grupos de entreno, o realizar otras modalidades deportivas que nos mantengan en una forma física aceptable son algunas prácticas que ayudarán a que la vuelta a los entrenamientos después de un tiempo sea más probable y placentera.

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