Un tambor renovado

Actualizado
  • 04/11/2016 01:01
Creado
  • 04/11/2016 01:01
Una estructura completa y actual, con letras comprometidas y un gran respeto por las raíces culturales son los ingredientes de Afrodisíaco

El tambor es un despertador, con su llamado se fue forjando la libertad de los esclavos, su ritmo distingue a nuestro pueblo. Este es el mensaje que la agrupación afrodisíaco quiere ofrecer a sus escuchas con temas muy nuestros, que tienen como raíz el característico repicar del tambor.

Recientemente la agrupación, que recibió la gaviota de plata en el festival de Viña del Mar como mejor agrupación folclórica, lanzó su tercer tema, llamado ‘Ese moreno'.

La canción está basada en un tambor tradicional de la región de Azuero, que se llama ‘Ese moreno lo lloro yo'.

‘Tomamos esa canción que habla tanto de nuestra historia y de nuestras raíces y el añadimos el toque de esa evolución que ah tenido esta música hasta llegar al siglo XXI', cuenta Miroslava Herrera, una de las vocalistas de la agrupación. ‘Además de estrofas le incluimos sonidos de guitarra eléctrica, bajo y un rap, palabra hablada que le da nuestro sello a la canción y la transforma, le da una segunda vida a ese tambor norte que donde sea que suena se siente muy propio', agrega.

Quisimos que ese tambor dominara la canción y de hecho, el proyecto Afrodisíaco está basado en el tambor panameño, para que tuviese ese vínculo con la historia pero también un vínculo con la actualidad con nuevos instrumentos y letra para acercarlo a las nuevas generaciones', detalla Herrera.

Ese moreno es el tercer tema que lanza la agrupación nacida en 2014.

Y es que para afrodisíaco las cosas no empezaron en el orden habitual. Sometieron al escrutinio del público su trabajo cuando solo contaban con una canción propia que se llamó ‘Viene de Panamá'.

‘Teníamos una idea, sabíamos qué queríamos con esa idea, pero no habíamos tenido la oportunidad de desarrollarla toda', cuenta Tatiana Ríos, también voz de la agrupación.

Con una canción representaron a Panamá en el Festival de Viña y regresaron con la Gaviota de Plata que los acreditó como ganadores a la mejor canción folclórica.

‘Viña nos sacó de la cola y nos puso en el spotlight , al suceder eso con una sola canción uno tiene que hacer un cambio de velocidad porque comienzas a asumir una responsabilidad de mantener la vara donde te la pusieron de alta', detalla Ríos.

De allí surgió la necesidad de crear más temas, ya que para una presentación se requiere más material. De acuerdo con las voces de Afrodisíaco, la velocidad cambió radicalmente y debieron enfocarse en labores que van más allá de subirse a un escenario: trabajar todo el sonido de la agrupación, la inclusión de músicos que aportasen líneas distintas y que estas pudiesen converger en una fusión folclórica que tenga el tambor en primer lugar pero también elementos contemporáneos.

‘Es un trabajo que requiere de tiempo, sentarse a conversar muchas cosas, escuchar mucha música, escuchar las propuestas de los compañeros, hacer preproducción, luego ir al estudio. Hay mucho trabajo de investigación, lo que nosotros llamamos ‘afroexpediciones', y estamos justamente ene se proceso', especifica Ríos.

Para Afrodisíaco, Viña ha sido un magnificador de atención, ‘ha hecho que la gente esté más receptiva a ese mensaje que queremos ofrecer, que sin raíz no hay país. Tenemos que seguir creando ese material para ir reforzando ese mensaje que queremos hacer notar. El tambor es tal vez el elemento más cercano a nuestra nacionalidad, a nuestra historia, a la emancipación del hombre y la mujer mestizos que ellos mismos van forjando su libertad', analiza Herrera.

UN MENSAJE CLARO

El conjunto musical ha tomado muy en serio la tarea de llevar ese mensaje poderoso, pero que no se conoce a ciencia cierta, en la manera en que saben hacerlo, con música. ‘Como científicos sociales vemos el tambor como comunicador de la lucha por la libertad, de ese sonido del pueblo, esto puede hacer que la gente se despierte y empiece a meditar en alguna cosas que tal vez no se había tomado el tiempo de pensar', indica Herrera. ‘Desde esta trinchera queremos aportar al debate de la identidad nacional.

FUSIÓN CON SENTIDO

El trabajo de creación para un tema se inicia con las ‘afroexpediciones', una visita al lugar donde se originan los tambores ‘para recopilar esas canciones, para ir a conocer primero la raíz y poder generar luego un trabajo de fusión'. Después se trabaja con la banda; el director musical mira qué inclusiones se le puede hacer a esa pieza tradicional.

‘Nos sentamos a pensar qué nos recuerda el tema de la canción. En el caso de ‘Ese moreno', desarrollamos el tema de la esclavitud, tal vez él no se fue porque quería', sugiere Ríos.

Más adelante se incluyen los sonidos, se completan los arreglos musicales y se entra al estudio de grabación.

‘Para las intérpretes, el hecho de iniciar el trabajo donde se generan los tambores tradicionales les ah valido el respeto de las comunidades visitadas y por parte de ellos han sentido una buena acogida y mucho apoyo.

‘Miramos el folclor desde su significado más puro: el folclor evoluciona constantemente con lo que va viviendo un pueblo. No es algo estático', sostiene Herrera. ‘No queremos apropiarnos de algo puesto que el folclor es de todos. Por el contrario, lo que queremos hacer es un acercamiento, presentar nuestra visión del folclor, aportando un discurso histórico, un recordatorio de quienes somos', agrega.

Sobre la preocupación por algunos sectores sobre la fusión y una posible tergiversación del folclor, Herrera comenta: ‘Sabemos que hay quienes se preocupan por la banalización del folclor, pero nosotros queremos es tocar el tambor para que no se pierda. Lo que queremos hacer es darle valor a la raíz, sumar nuevas audiencias, utilizar los elementos que hay en el folclor, en la música en el vestuario. Nos documentamos con autores nacionales e internacionales que están investigando sobre el tema, hay bastante bibliografía, y visitando a esas comunidades podemos hacer una documentación histórica, guardar esa entrevistas para que otros puedan escuchar y conocer de primera mano las voces primarias del tambor.

Podemos entender los temores que puedan tener las voces de la ortodoxia, nosotros las tenemos, pero no hay de qué preocuparse, hay mucha información detrás de esto', asegura. Y es que según Rios, ‘la música es solo la punta del iceberg'.

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