Sudamérica vs. Europa, necesidades mutuas

Actualizado
  • 10/03/2021 00:00
Creado
  • 10/03/2021 00:00
El viejo continente marca el pulso de la eliminatoria sudamericana al no permitir la venida de los jugadores que participan en las ligas europeas, amparado en la flexibilidad de la norma ante la situación generada por la covid-19
Al negarse los clubes europeos a ceder a las selecciones nacionales a sus jugadores para las jornadas clasificatorias, la Conmebol ha dicho “no van”.

Las esperadas y ansiadas por los aficionados, quinta y sexta fecha del calendario de la eliminatoria sudamericana clasificatoria para el mundial de Catar 2022, programadas para realizarse el 25, 26 y 30 de marzo, se han quedado aparcadas ante la “inamovible” negativa de los equipos europeos. Al negarse a ceder a las selecciones nacionales a los jugadores de la región que participan en sus clubes, para dichas jornadas, la Conmebol ha dicho “no va”.

Los clubes europeos a través de sus técnicos habían mostrado su reticencia a cederlos, amparados en la postura abierta del Bureau del Consejo de la FIFA que, desde agosto de 2020 debido a la covid-19, se abrió a no obligar a los clubes a ceder los jugadores para las eliminatorias como regularmente suele disponerlo. Esta ha sido la ocasión para que lo hicieran efectivo, apoyados además en que, ante la situación de pandemia en Sudamérica, los jugadores al regresar deben guardar diez días de cuarentena lo que prácticamente los descalifica para actuar de inmediato en sus torneos, que están llegando a las fases finales de las ligas.

Desde que las eliminatorias en Sudamérica cambiaron para la Copa Mundo de Fútbol Francia 98, del formato reducido de grupos a un calendario extenso que incluía la confrontación directa entre las 10 selecciones que conforman la Conmebol, con encuentros de ida y vuelta, para optar por cuatro cupos directos al máximo torneo del balompié mundial, la eliminatoria ganó un mayor protagonismo internacional.

Messi, Firmino, Gabriel Jesús, Suárez, Lautaro, Cavani, James, etc. garantizan audiencia mundial.

Por ende, los beneficios económicos percibidos por las asociaciones que la conforman obtuvieron mayores ingresos derivados de los derechos de televisión, taquilla, patrocinios, entre otros, aunque buena parte de ellos fueran a parar a los bolsillos de los dirigentes más que a las arcas de la federaciones participantes, como quedó demostrado con el llamado Fifagate.

Fue una apertura que benefició también el nivel competitivo de la zona pues exigió y posibilitó a las selecciones del área, consideradas menores en su protagonismo futbolístico, elevar su nivel para llegar con alguna posibilidad de arañar un cupo, en el último cuarto de la competición, aunque fuera a partir de la opción de hacerlo a través de un medio cupo que daba el repechaje que se le adicionó después.

Los jugadores sudamericanos, destacados en Europa principalmente, se vieron condicionados a estar viajando hacia América y regresando con una frecuencia inusitada hasta entonces, durante los aproximadamente dos años que dura la eliminatoria, con el consiguiente desgaste que ello implica, con costos directos o indirectos que sufren los clubes propietarios producto de lesiones y periodos de recuperación. Esta eliminatoria inició el 8 de octubre de 2020 y debería concluir el 29 de marzo de 2022.

Concacaf, otro espejo

La Concacaf, la otra confederación del continente americano, a la cual pertenece Panamá, parece (hasta ahora) tener resuelta las dificultades actuales generadas por la pandemia, para iniciar su primera ronda clasificatoria con 30 selecciones a partir del próximo 24 de marzo.

Su abultada cantidad de asociaciones con prominencia numérica de las federaciones miembros caribeñas, ha condicionado su formato dándole características diferentes al sudamericano. Los grandes protagonistas del área: México, Estados Unidos, Costa Rica y Honduras, han sorteado las primeras fases con alguna dificultad en ocasiones, para concentrarse en la última etapa de ellas, llamada octagonal, para dirimir los cupos.

Sudamérica vs. Europa, necesidades mutuas

Ocho (8) selecciones en disputa para un calendario de 14 fechas en un tiempo reducido, a diferencia de la Conmebol, 18 jornadas en dos años. Aparte de ello el protagonismo de los jugadores pertenecientes a las selecciones de la Concacaf ni ha alcanzado ni alcanza, cuantitativamente ni cualitativamente, la trascendencia e incidencia histórica y actual, de los sudamericanos en Europa; por lo que su cesión ha resultado menos dificultosa y onerosa para los clubes de pertenencia.

En esta oportunidad estas selecciones, que son por su nivel la más representativas, no tendrán que jugar una fase previa, sino que irán directamente a participar en la última fase (octagonal) que debería comenzar en septiembre, beneficiados por el sistema de puntaje que atribuyeron al Ranking FIFA que los clasificó directamente (México, Estados Unidos, Costa Rica, Honduras y además Jamaica). A ellos se incorporarán los dos clasificados que salgan al terminar la primera ronda en la que está incluida Panamá.

Estados Unidos, que después de haber quedado fuera de Rusia 2018 pasa por un momento de renovación prometedora con una camada de jugadores jóvenes teniendo lucimiento en clubes de alto perfil en Europa, pero aún en proceso, y México, los dos países del área con mayor cantidad de jugadores de la Concacaf participando en la primera división europea, no están urgidos de solicitarlos a falta de competición oficial. Ni siquiera durante el mes de junio cuando se juegue la Copa Oro 2021, pues se pueden suplir íntegramente con los jugadores de sus ligas locales que tienen un alto perfil.

Provecho mutuo

La reprogramación de las dos fechas sudamericanas tendrá sus dificultades para encontrarles unos nuevos espacios asignados. Se entiende que el 3 de junio se retoma con las jornadas siguientes concebidas en el calendario regular de la eliminatoria, y estas dos fechas pendientes van a requerir de cierto 'malabarismo' dirigencial para ubicarlas en un contexto competitivo sin que afecte a los clubes europeos. Recordemos además que Sudamérica tendrá copado el calendario porque se realizará la Copa América 2021, con sede en Colombia y Argentina, del 11 de junio al 10 de julio, mientras que la Eurocopa se jugará precisamente del 11 de junio al 11 de julio.

Las preguntas que surgen son, ¿por qué la Conmebol no siguió con su calendario obligando a todas sus selecciones a jugar la fecha acordada, convocando exclusivamente a jugadores de sus clubes locales? ¿No podía? ¿Es tan bajo el nivel?

El potencial y la convocatoria mayor de jugadores de todas las selecciones sudamericanas están afincados en sus mejores unidades que regularmente brillan en Europa y son en su mayoría imprescindibles en Brasil, Argentina, Uruguay, etc., aunque el nivel competitivo de sus equipos profesionales caseros y su actual actividad en los torneos profesionales, hubiese dado para ello, sin lugar a dudas.

Pero las ganancias que daría, por ejemplo, un Colombia-Brasil, Argentina-Uruguay, Brasil-Argentina, entre otros, sin público y precios moderados por derecho de trasmisión televisiva y menor patrocinio, al no presentar nombres que garantizan audiencia mundial como Messi, Suárez, Firmino, Gabriel Jesús, Lautaro, Cavani, James, etc. serían significativamente inferiores.

Hay además otro argumento que no puede obviarse: sobre las características de los jugadores sudamericanos en Europa se han basado los entrenadores nacionales para concebir y modelar sus planteamientos tácticos y estratégicos. El hacerlo con jugadores nuevos, sin tiempo de adaptación, supone un riesgo en los resultados que podría causar estragos dolorosos.

Es un hecho que el grupo selecto de los mejores jugadores sudamericanos está, y seguramente estará por mucho tiempo, compitiendo en Europa. El viejo continente desde lo deportivo y lo económico es el primer mundo del fútbol. Los futbolistas sudamericanos le han dado al fútbol europeo, con sus habilidades y características propias, un aporte que ha contribuido a hacer más atractivas sus ligas, influyendo en el mismo estilo de juego de sus selecciones, superiores atléticamente, pero muchas veces rígidas en sus conceptos futbolísticos.

Recordemos que Europa no solo ha valorado su importancia, sino igualmente ha transformado su modo de vida, de entrenar, de prepararse etc., incidiendo también en la dinámica del juego de esta parte del continente.

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