Asedian a parlamentaria

Actualizado
  • 20/06/2010 02:00
Creado
  • 20/06/2010 02:00
RAMALAH. ‘Tras haber recibido 50 amenazas de muerte dejé de contar. Le dije a mi secretaria que ya no me informara sobre ellas’, dijo Ha...

RAMALAH. ‘Tras haber recibido 50 amenazas de muerte dejé de contar. Le dije a mi secretaria que ya no me informara sobre ellas’, dijo Hanin Zoabi, integrante árabe de la Knesset (parlamento israelí).

‘A raíz de esas amenazas me han brindado guardaespaldas personales, tanto dentro como fuera de la Knesset’, agregó.

Zoabi, legisladora por el partido político árabe-israelí Balad (acrónimo hebreo de Asamblea Nacional Democrática), estaba a bordo del barco de bandera turca Mavi Marmara, que lideraba la ‘Flotilla por la libertad’, cuando comandos israelíes lo atacaron, en la madrugada del 31 de mayo.

Organizada por el Free Gaza Movement, la flotilla intentaba llevar asistencia humanitaria a la franja palestina, que desde 2007 es objeto de un bloqueo impuesto por Israel. Fue interceptada cuando navegaba en aguas internacionales.

EL ARRESTO

Luego de su arresto, interrogatorio y posterior liberación, Zoabi regresó a una Knesset muy hostil, donde fue sometida a un torrente de abusos verbales, que incluyeron algunos de corte racista y sexista.

Algunos de los comentarios fueron tan degradantes e insultantes que fueron eliminados de los registros de la Knesset.

Varios legisladores intervinieron para impedir que otro atacara a Zoabi.

CATALOGADA DE TERRORISTA

Zoabi ha sido catalogada como ‘terrorista’ y ‘traidora’, y la mayoría parlamentaria ha exigido que se le retiren sus fueros parlamentarios. El Ministerio del Interior de Israel también reclamó que se le revoque la ciudadanía.

‘Si es necesario llevaré el caso a tribunales, para luchar por mantener mis privilegios parlamentarios y mi ciudadanía’, dijo Zoabi.

La legisladora dijo que tanto ella como otros legisladores árabe-israelíes se han vuelto el blanco de una caza de brujas acometida por la mayoría del parlamento unicameral del Estado judío.

Sin embargo, no lamenta haber participado en la flotilla y no dudaría en volver a hacerlo, aseguró.

EL ATAQUE

Otra activista, Lubna Marsawa, dijo a The Electronic Intifada que ‘minutos después de iniciado el ataque, los heridos y los muertos que estaban en la cubierta fueron llevados adentro’.

‘Luego nos retuvieron durante varias horas con cuatro muertos y decenas de heridos, algunos en situación crítica. La sangre fluía de los cuerpos de las víctimas. Queríamos ayudarlas, pero no teníamos equipamiento médico. No había nada que pudiéramos hacer’, declaró Marsawa a ese medio que se publica en Internet y cubre el conflicto palestino-israelí desde una perspectiva palestina.

Zoabi también acusó a las autoridades israelíes de inventar cargos contra los pasajeros. ‘Cuando me interrogaron en el puerto de (la sudoccidental ciudad israelí de) Ashdod me acusaron de atacar a los soldados, o de amenazar sus vidas y de poseer cuchillos. Simplemente me reí en sus caras, era muy ridículo’, recordó.

A ella la liberaron rápidamente gracias a su inmunidad parlamentaria, y la policía israelí no buscó acusarla de intento de ataque a los comandos de la armada.

Zoabi acercó un cartel escrito en hebreo a la ventana del lugar donde se encontraban los efectivos israelíes. En él pedía asistencia médica. ‘También los llamé en inglés y les dije que había pasajeros gravemente heridos que necesitaban atención médica urgente, pero me ignoraron. Los dos murieron luego de 40 minutos’, dijo Zoabi.

LA INVESTIGACIÓN

Zoabi duda que la investigación que realizará el propio Israel sobre el ataque a la flotilla sea creíble o legítima.

‘Ellos no cuestionarán a ninguno de los comandos involucrados ni permitirán que los sobrevivientes testifiquen. Además, (el primer ministro israelí Benjamín) Netanyahu ya llegó a una conclusión aún antes de que se ponga en marcha la investigación’, planteó.

‘Él dijo que la investigación demostraría que los comandos actuaron en defensa propia, y que la redada de Israel estuvo en línea con el derecho internacional. ¿Qué clase de investigación legítima es esa?’, preguntó Zoabi.

LA CRISIS

Ahora, la parlamentaria cree que la relación entre la minoría árabe y la mayoría judía de Israel ha llegado a un punto de crisis.

‘La situación empezó a deteriorarse tras el estallido de la segunda Intifada (revuelta) palestina en 2000, cuando las fuerzas de seguridad de Israel mataron a tiros a 13 árabes israelíes durante una protesta contra la expropiación de tierras’, dijo Zoabi.

A medida que la Knesset, cada vez más derechista, intenta aprobar legislación más draconiana contra sus opositores y quienes califica de ‘traidores’, los árabes israelíes son colocados en una situación insostenible.

Están forzando a la minoría palestina a elegir entre la lealtad a los valores sionistas o ser etiquetada como ‘terrorista’ o ‘traidora’, sostuvo Zoabi.

Este planteo ‘no sólo es antidemocrático, sino que también será contraproducente para Israel. No se puede esperar que los árabes israelíes sigan el discurso sionista o se disocien de sus raíces palestinas’, opinó.

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