Una pugna por tierras que llegó a los tribunales

Actualizado
  • 11/04/2014 02:00
Creado
  • 11/04/2014 02:00
Quienes dicen ser los herederos de las tierras, han llevado su reclamo a los tribunales. Moscoso alega que estas personas no vivieron allí

Es un pleito que lleva décadas y que ahora tendrá que definir el Primer Tribunal de Justicia. Una de las protagonistas es la expresidenta de la República Mireya Moscoso, y por el otro lado, los hijos de Nidia Rosa González de Ruiz.

El motivo de la pugna: 73 hectáreas de terreno en la localidad de Palo Alto, en Boquete, provincia de Chiriquí.

Los herederos de Emiliano González González —cinco de sus nietos— alegan que su abuelo poseía estas tierras, las cuales colindaban con una propiedad de Arnulfo Arias Madrid.

La Estrella de Panamá conversó con varias personas, todos adultos mayores, que aseguran ser testigos de que el señor Emiliano vivió en los terrenos, tenía una casa humilde, plantaciones de naranja, unos cafetos, otros árboles frutales y algunos sembradíos de legumbres, en su mayoría para el consumo familiar y ventas menores.

Al fallecer, dejó los derechos posesorios a su hija, Nidia Rosa González de Ruiz (hoy difunta), quien inició los trámites, pero no logró concretar el título de propiedad.

El Tribunal tendrá que definir un amparo para que se permita la presentación de las pruebas que demuestren los derechos posesorios.

En la ciudad de David, Rafael Guillén Pittí, un señor de 86 años que dice ser tío de Mirna Pittí, asistente de Moscoso, fue presidente distrital de David del partido Arnulfista, y asegura que conoció personalmente a Arnulfo Arias, a quien le contó que por equivocación en una medición, las hectáreas fueron incluidas en los terrenos que eran de su propiedad. Arias se comprometió a revisar el asunto y lo contactó después. Le envió un mensaje con un copartidario: ‘dile a Rafael que tengo buenas noticias para él’. Para su sorpresa, en una reunión el tres veces presidente le dijo que, en efecto, había un error en la medición y que estaba dispuesto a corregirlo.

La Estrella conversó, además, con Emilio Herrera Brenes, quien hoy ronda los settenta años, y dice que su abuelo era maquinista del tren que viajaba de David a Boquete y que él como adolescente inquieto, lo acompañó muchas veces. Recuerda que en más de una ocasión escuchó a su abuelo conversar con Emiliano que narraba con orgullo que producía en la finca boqueteña. Más de una vez pudo comer las jugosas naranjas. Lúcido a pesar de su edad, recuerda que en más de una ocasión, su abuelo propuso comprar las tierras, pero Emiliano no vendía.

También conversamos en Boquete con Luis Lescure, de 75 años, una persona muy amena y con la humildad propia de la gente del campo, quien dice que espera que se resuelva el problema, pues sabe de las tierras de Emiliano y dice que también tiene problemas colindantes con Moscoso.

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