Darién: cruce fronterizo que sigue causando la muerte de migrantes

Actualizado
  • 01/06/2021 00:00
Creado
  • 01/06/2021 00:00
Entre abril y mayo siete migrantes han perecido por inmersión, de los cuales tres fueron hallados el pasado domingo a orillas del río Marragantí, en la comarca Emberá Wounaan

Intentar atravesar la selva darienita, la frontera natural con los colombianos, es una osadía que puede costar la vida: La inexpugnable jungla de 575 hectáreas se ha tragado a conquistadores españoles, exploradores y migrantes. El 30 de mayo de 2021, a orillas del río Marraganti, en la comarca Emberá Wounaan, fueron encontradas por el Servicio Nacional de Fronteras (Senafront) las últimas tres víctimas de la intransitable travesía.

Miles de migrantes intentan cruzar la inhóspita selva darienita en su camino hacia Estados Unidos.

Los cuerpos en descomposición, sin ningún documento de identificación, flotaban en el río. Las autoridades investigan: “esta ruta es altamente peligrosa y de riesgo para quienes la utilizan para ingresar al territorio panameño, por su condición inhóspita y selvática, como también el clima que es muy variante”, adelantó el fiscal superior de Darién, Julio Vergara Castillo, que presume que las víctimas eran migrantes, que sueñan con una tierra donde la libertad permita el éxito y la prosperidad: Estados Unidos.

Este no es primer caso que ocurre. En abril, otros cuatros cadáveres fueron encontrados en el río Turquesa, entre las comarcas Wargandi y Emberá Wounann, en Darién. “De acuerdo con los informes de necropsia, la mayoría de las muertes ha sido por inmersión y (hasta el momento) no se han registrado muertes traumáticas por homicidio”, agregó el funcionario de instrucción de expedientes judiciales.

La fiscalía panameña ha abierto varias investigaciones relacionadas con la masiva afluencia de migrantes, que intentan cruzar la selva para llegar a EE.UU.

A finales de abril, en medio de la pandemia y con restricciones de movilidad por el nuevo coronavirus, había en Colombia más de 10 mil migrantes en tránsito esperando para cruzar la frontera con Panamá.

Entre enero y abril, 11,370 migrantes extraterritoriales llegaron Panamá después de cruzar la inhóspita selva darienita, según datos facilitados por la Organización Internacional de la Migración a la agencia de noticias EFE.

Panamá ha estado recibiendo flujos migratorios por más de una década, llegando a su punto más alto en 2015 y 2016, cuando llegaron más de 30 mil cada año.

En 2020, como consecuencia de la pandemia, los flujos de migrantes descendieron, pero ahora amenazan con desbordar los centros de acogida.

Cientos de personas, incluidas mujeres embarazadas, menores de edad, que viajan con sus padres, ingresan al país en condiciones precarias debido a la deshidratación, afecciones gastrointestinales y enfermedades respiratorias.

Darién es considerada una de las rutas de migrantes irregulares más peligrosas del mundo, no solo por las características propias de una selva tropical –con ríos caudalosos y animales salvajes (serpientes, jaguares) e insectos como mosquitos que pueden transmitir enfermedades– sino porque se esconden grupos del crimen organizado.

La selva sin vías de comunicación terrestre se ha convertido en paso obligado para la migración clandestina desde Sudamérica hacia Estados Unidos. Los migrantes, principalmente de Haití, Asia, África y Cuba, son movidos por traficantes que han generado una crisis humanitaria.

“Es importante abordar la migración irregular de manera proactiva, integral y oportuna a fin de evitar que escale a una crisis humanitaria. Este enfoque cobra mayor relevancia en estos momentos cuando por razón de la pandemia es particularmente sensible el control biosanitario”, señaló Erika Mouynes, canciller de Panamá. La canciller panameña busca lograr la colaboración de todas las naciones de la región involucradas para atender de forma integral el fenómeno social. En un primer paso para atender de forma integral y de manera controlada los flujos migratorios, Panamá firmó un memorando de entendimiento con Colombia para compartir información, en un término de 24 horas, de quienes intentan cruzar las fronteras de ambos países.

Las migraciones son un fenómeno social. Son consecuencia de la falta de elementos necesarios para que un grupo social pueda sobrevivir. Pero las migraciones de personas también pueden convertirse en un potencial riesgo para el aumento de los casos de la covid-19. Por tanto, Panamá cerró sus fronteras con Colombia el 20 de mayo de 2021.

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