• 01/01/2009 01:00

Pisos de desvelos

Así estén presentando el capítulo final de la mejor novela de todos los tiempos, así tengamos pavo, pernil y disfrutemos de los estallid...

Así estén presentando el capítulo final de la mejor novela de todos los tiempos, así tengamos pavo, pernil y disfrutemos de los estallidos de fuegos artificiales en el inicio del nuevo año, en los hospitales, el ambiente es muy diferente. De lejos o de cerca, en helicóptero o ambulancia, en taxi o en bus, la llegada al hospital siempre es triste. Todos en un hospital viven historias similares y todos se ayudan mutuamente.

En los pisos dos y tres del Hospital del Niño, el año nuevo tiene otra cara. La cara de niños quemados, golpeados, accidentados, afectados por enfermedades terminales, en medio de los rostros desconsolados de sus familiares, que oran por un milagro o por un consuelo ante el dolor de toda una vida.

Muchos de estos niños se enfrentan a intervenciones quirúrgicas producto de masas tumorales localizadas en la cabeza, como el caso de Astrid, quien hace nueve años sobrevivió a una arriesgada operación, gracias a un milagro de año nuevo de manos de la Dios y de los mejores cirujanos de este centro hospitalario.

Cuando se tiene la oportunidad de escuchar: “Señora no sé qué sucedió, pero lo que parecía imposible se pudo y su hija se recupera inexplicablemente...” se puede disfrutar del mejor de los sabores de este mundo, la vida misma.

Las enfermedades no conocen de clases sociales, de fiestas, de novelas, de banquetes, sencillamente llegan y muchas veces logran llevarse parte de nuestras vidas. Para un niño es difícil entender tales sufrimientos a tan temprana edad y para nosotros resulta difícil comprender, el porqué de estas pruebas. Los niños en Panamá siempre han contado con un gran recurso médico en estas instalaciones que todos alguna vez hemos escuchado mencionar o hemos con tristeza recorrido.

Hoy, ante el sobresalto que emiten las sirenas de las ambulancias que llegan a los hospitales, pidamos al Creador por el consuelo y auxilios divinos para estos niños, que los guarde por cualquiera de los caminos que les asigne y les conceda muchos años venideros con sus familiares.

-La autora es analista de RR.PP.mmliceth@hotmail.com

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