• 28/04/2009 02:00

El 3 de mayo que gane el pueblo

Faltando pocos días para las elecciones presidenciales, hay un fuerte recorte en la intención de votos por la campaña de Balbina, Martin...

Faltando pocos días para las elecciones presidenciales, hay un fuerte recorte en la intención de votos por la campaña de Balbina, Martinelli conserva una constante permanente. Creo que el final va a ser cerrado, la diferencia será del 2.5% al 3%, por lo que el triunfo va a generar mucha pasión, alegría y optimismo, la derrota muchas lágrimas, denuncias y rencor.

Hoy quisiera recordar a Alejandro “El grande”, que al profetizar su muerte, llama a sus generales y les comunica sus tres últimos deseos. El primero, que su ataúd fuese llevado en hombros y transportado por sus mejores médicos, así podría demostrar que los médicos no tienen la cura para la muerte; para nuestro proceso electoral estos médicos son las firmas encuestadoras, que saben mucho de muestreo, que apadrinadas o no, son una herramienta de cálculo del momento, no la cruda realidad que deparará el 3 de mayo.

Dos, que los tesoros conquistados fueran esparcidos por el camino hasta su tumba, así demostraba que el suelo por donde pasara su féretro fuese cubierto por los tesoros conquistados en el lugar donde pertenecen; lo que quiere decir que las enormes fortunas gastadas no confirman un sano gobierno, por el contrario, el afán por recuperarla contamina el poder político, aumentando la corrupción, coimas y desfalcos.

Tres, que sus manos quedaran balanceándose en el aire, fuera del ataúd y a la vista de todos, esto lo hacía para que el pueblo entendiera que todos venimos al mundo con las manos vacías y así partimos; hecho que vaticina un sano gobierno para el que viene de abajo, porque sabe y entiende que la riqueza debe distribuirse con equidad para generar un mejor bienestar para todos, al fin y al cabo, nada nos llevamos con la muerte.

El tres de mayo ganará nuestra/o Alejandra/o “la/el grande”, que a lo panameño siempre será recordada/o por dejar atrás el “juega vivo”, la especulación y el menosprecio de los pobres.

-El autor es economista.elamphrey@hotmail.com

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