• 06/05/2009 02:00

La palabra, un instrumento eficaz

Hace poco, la conductora de un noticiero televisivo vespertino daba el reporte de un incidente en el que una persona había sido atacada ...

Hace poco, la conductora de un noticiero televisivo vespertino daba el reporte de un incidente en el que una persona había sido atacada y recibido un balazo en la nuca. La locutora explicó que luego del disparo el “homicida” se había derrumbado, producto de la detonación. Al parecer, el redactor se confundió y la periodista debió aclarar que fue la víctima quien había caído.

Un tiempo atrás, un diario informó de un accidente con unos escoltas presidenciales y la reportera llegó a la conclusión de que “afortunadamente, nadie salió ileso”. Otro diario daba cuenta de unos accidentados en la costa de Darién, que debían llegar a La Palma para continuar su viaje a Metetí y aseguraba que este recorrido se podía realizar por tierra, cuando geográficamente, esto es imposible.

La lectura de diarios y escuchar los noticieros en radio y televisión, al igual que otro tipo de programación, es a veces una tarea de difícil comprensión y que comprueba aquella metáfora de Alex Grijelmo, gerente de la agencia EFE, quien exponía que “los fallos del lenguaje muestran en la superficie de la alberca la falta de depuración del fondo”.

Y esta idea nos remite a la exposición reciente de don Demetrio Fábrega, con motivo de la celebración del Día del Idioma por parte del grupo cultural Nuestra Lengua, pues en el caso del periodismo, el lenguaje es la herramienta de trabajo cotidiano; se ocupa del registro de los acontecimientos en diferentes escenarios de la realidad para ser transmitidos al conjunto de la sociedad.

Grijelmo expresa también que “quien no comprende la estructura del lenguaje, la más sencilla de todas las estructuras posibles, difícilmente aprehenderá cualquier otra lógica de la comunicación...”.

En el caso de los medios de comunicación, la redacción periodística implica asumir la conciencia de manejar el lenguaje con un riguroso y meticuloso sentido de responsabilidad, en atención a construir la información y otros productos semejantes o derivados.

Si se atiende la titulación de los textos noticiosos, ésta en ocasiones desdibuja la esencia o la ética de la información. “Le sacaron la ñecks...”, se lee en una portada; un tabloide local ha convertido el verbo “joder” en una socorrida herramienta, so pretexto de que ese uso de la lengua refleja la idiosincrasia de los lectores.

Es una estrategia equivocada pensar que el denuesto, la grosería y el lenguaje soez son los mejores apoyos para expresar adecuadamente una realidad, no importa cuán sórdida ella aparezca; sin advertir que esta pobreza expresiva tiene el resultado de impedir a los lectores o audiencia ascender en la escala social, según afirma Grijelmo.

Preocupa que algunos medios escritos todavía no puedan hacer la diferencia en la conjugación de verbos como “hacer” y “echar”, sobre todo en aquellos casos donde la letra “h” genere una paronimia entre ambos y algunos titubean al poner o no esa letra en ejemplos como “Está hecho en Panamá” o “¿Cuánta azúcar echo en tu taza?”.

Otro tema tiene que ver con el uso de lugares comunes o expresiones estereotipadas. Cada vez que un noticiero habla de un muerto en diferentes escenarios, le antepone el adjetivo “lamentable”, algo que es evidente y término que resulta difícil de desencajar de la estructura mental de reporteros madrugadores.

Dice Fábrega en la conferencia mencionada que “las diferentes clases de palabras revelan aspectos y comportamientos de la realidad en el pasado, en el presente y en el futuro”, y agrega que sin una incorporación de esos significados “no es posible que un ser humano comprenda debidamente algo que haya visto o leído u oído”. Es importante prestar la mayor atención a cómo nos expresamos.

Esto tiene importancia en todas las esferas de la realidad, pues, de una adecuada expresión, depende en gran medida cualquier iniciativa, acuerdo o decisión que tomemos, pero en los medios de comunicación social supone esto una mayor implicación, porque, a través de ellos, se trata de establecer un puente de comunicación entre diferentes sectores de la sociedad para intercambiar sobre el presente y el futuro.

-El autor es periodista, consultor y docente. modestun@yahoo.es

Lo Nuevo
comments powered by Disqus