• 03/11/2009 01:00

¿Qué pasó en el PRD?

Después de la aplastante derrota electoral del 3 de mayo, los perredistas esperaban que la dirección del partido organizara debates que ...

Después de la aplastante derrota electoral del 3 de mayo, los perredistas esperaban que la dirección del partido organizara debates que analizaran y evaluaran lo ocurrido, tal como en otras elecciones y situaciones se hizo. Lo cierto es que nunca se hizo la evaluación y debate oficialmente, las bases por su cuenta iniciaron distintos foros informales de discusión y el antiguo CEN, como respuesta, preparó un complicado cuestionario dirigido más a entender la realidad nacional que la elección.

En el sentimiento de base estaba más clara la razón de la derrota que en los directores y dignatarios del partido: la campaña opositora vendió una imagen de izquierda del partido y nuestros cuadros nunca pudieron cambiar la percepción. Al final, aparte de los ataques certeros de corrupción, en la balanza estaba una candidata proyectada como de la izquierda versus un empresario. El PRD no pudo quitarse de encima la sombra de Hugo Chávez, el socialismo del siglo veintiuno, la presencia y fuerza de la tendencia. Hay quienes creen que ya en nuestro país no le damos importancia a izquierdas o derechas. Pero en la campaña algunos atacaban a la derecha, a la presencia del Opus Dei, mientras otros atacaban a la izquierda y su posible relación con Hugo Chávez. Curiosamente en su momento hasta la izquierda atacó a Ricardo Martinelli como un Chávez de derecha, pero nunca logró la campaña del oficialismo proyectar como viable una candidatura socialcristiana como positiva.

No dudo que la izquierda de hoy, inclusive la izquierda de los otrora miembros de la tendencia, ha pasado de izquierda progresista a centro izquierda y ya, de hecho, dista mucho de la izquierda enemiga de los empresarios o la iniciativa privada. Pero en campaña, supo la oposición exagerar las amenazas de esa izquierda en el poder, aún cuando de hecho lo ha estado 10 de los últimos 20 años.

Pero allí comienzan los problemas actuales del partido. Martinelli advierte en su discurso inaugural que espera impulsar el péndulo hacia gobiernos de derecha en América Latina. Panamá inicia una era de empresarios retomando el poder. Empresarios progresistas, con conciencia social, impulsando justicia social. El PRD entra en crisis y las bases buscan nuevos dirigentes. El partido requiere de reorganización, imagen y vocería opositora. Parecía fácil lograr, con 600,000 adherentes, un CEN con miembros que se repartieran esas funciones, algunos administradores, otros que proyecten una fuerte imagen del partido distante de la izquierda del pasado, y otros voceros con valentía.

La vocería, parecía a muchos, debía quedar en los diputados, con un trabajo garantizado y la inmunidad parlamentaria. Sin embargo, los directores han apostado al pasado. Lejos de buscar nuevos cuadros y reorganizar el partido primero antes de entrar en una vocería de ataque, prefirieron buscar un CEN “ de guerra ”, con valiosos cuadros históricos que iniciaron inmediatamente la vocería opositora agresiva, buscando que la imagen a proyectar sea de partido fuerte y analítico, capaz de evaluar y exponer las deficiencias y fallas del gobierno. La reorganización tomará quizás más tiempo, pero la presencia mediática de la nueva dirección forzará al gobierno a debatir más y exponer mejor sus planes. La otrora izquierda en su nuevo rol es quizás el atajo que justifique su selección. El pasado retornó, quizás ahora sí formen nuevos cuadros y se dé luego el relevo.

*Ingeniero y analista político.marognoni@cwpanama.net

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