• 29/11/2009 01:00

Babosadas y zoquetadas

“¡Que se deje de babosadas y zoquetadas y se ponga a trabajar!”, palabras con las que se refirió el presidente Ricardo Martinelli al alc...

“¡Que se deje de babosadas y zoquetadas y se ponga a trabajar!”, palabras con las que se refirió el presidente Ricardo Martinelli al alcalde de la Comuna Capitalina, Bosco Vallarino. Para mí no ha dejado de ser lo más atinado de parte del mandatario de nuestro país hacia un funcionario que realmente es merecedor de tal llamada de atención. Y, es que esta reacción de parte del mandatario hacia el alcalde la esperaba desde hacía rato. Me prometí no escribir más sobre la personalidad, imagen, y gestión del Sr. Bosco Vallarino, pero en verdad, es imposible sustraerse, sobre todo, por la molestia que he de sentir de las reacciones emocionales, verbales y gestos de cinismo de este señor, mientras nos ahogamos en basura y enfermedades producto de su indiferencia e ideas fantasiosas.

Y, es que nunca me dejé engañar, precisamente por su personalidad infantil y manipuladora desde el primer momento que lo vi participando en el programa televisivo “ Bailando por su sueño ”.

Su actitud desafiante y oposicionista, prepotente y soberbia es un peligro inminente. Y, el que no lo quiera ver, está ciego. Hace un par de semanas escribí un artículo con el nombre “ El apego Infantil de un adulto ”, sin mencionar nombre alguno en ese escrito me refería específicamente a este señor cuando mencioné entre otras cosas: “ Y, si tiene un cargo, por ejemplo, de responsabilidad pública, suele cometer errores que a la larga lo incapacitan en su labor. Son sujetos que muy poco escuchan consejos, se creen autosuficientes, y culpan a los demás de sus desgracias y suelen mentir con facilidad, hasta inventan ficciones para adquirir notoriedad y compasión y disfrutan con hacerse las víctimas para obtener lo que quieren. Para hacerle ver su degeneración solo una persona con autoridad debe asumir la responsabilidad por medio de una llamada de atención fuerte y hasta amenazante, porque debido a sus errores constantes y pensamientos primitivos continúa con la necesidad de ser un infante ”.

Esa necesidad de figurar, ese sentimiento de creerse más que los demás, construyendo su propio pedestal, extremadamente egocéntrico inspirado en la moda faraónica, cuando se le ve rodeado de esta cantidad incalculable de guardaespaldas, creyéndose el amo de la ciudad haciendo el mayor ruido posible a través del sensacionalismo, la exageración, la fantasía desbordada sin realizar proyectos serios para la ciudad, y de modelos alternativos en relación a su gestión pública. En fin, su accionar no apunta hacia la transformación social que espera la mayoría de los capitalinos, sino que a través de querellas, discordia, miedo, cinismo, etcétera, el señor Vallarino trata de alejar la atención del público del verdadero objetivo de su trabajo.

Es de vital importancia el estudio psicológico a los aspirantes a puesto de elección en tiempos de campaña electoral, como lo manifesté en reiteradas ocasiones. Nos ahorraríamos un buen par de dolores de cabeza, como en el caso del actual alcalde de la comuna capitalina.

Sr. alcalde Bosco Vallarino, con tantos problemas sociales, corrupción, inseguridad, etcétera, despierte hacia la realidad, descubra todo aquello que nos afecta en menor o mayor grado social; con sentido común, puede usted hacerle frente a todo tipo de inconvenientes con la seguridad de hacer el bien poniendo su capacidad al servicio de los demás. Todavía está a tiempo.

*Especialista de la conducta humana.gemiliani@cableonda.net

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