• 25/01/2010 01:00

Degradación social, violencia y sangre

El contexto donde se dan las palabras del presidente de la República es la cumbre de CEAL celebrada en ciudad de Panamá, cuyo invitado e...

El contexto donde se dan las palabras del presidente de la República es la cumbre de CEAL celebrada en ciudad de Panamá, cuyo invitado era el presidente de Colombia, Álvaro Uribe. Este mismo y otros inversionistas extranjeros son quienes llaman la atención sobre el tema. En pocas palabras, ni en sus propios países han visto tal exposición mediática de degradación social, altos niveles de violencia y sangre.

No creo que se trate de aminorar la responsabilidad del gobierno en cuanto al tema seguridad, como han sugerido algunos.

Lejos de alegrarnos de otro puesto de la vergüenza que ha conseguido Panamá, debiera darnos profundo arrepentimiento y constricción de la clase de sociedad que hemos estado construyendo y encima de todo, llamarle a ese libertinaje, libertad de expresión.

Tampoco se trata de volver a los tiempos de la censura, pero si decidieron por la “ autorregulación ”, ¡caramba! ¿Cuándo van a autorregularse? El presidente tiene razón. ¿Cuándo los medios entenderán que no retratan a la sociedad? Solo están contribuyendo al envenenamiento masivo de ella!

Igual a la gente nos encanta los dramas televisivos del sicariato y el narcotráfico, pero ¿por qué pasarlas tan temprano? Imagino que educan a nuestros niños en violencia para luego quejarse de que los menores están matando impunemente, después bajaremos la edad de responsabilidad penal a los 12 años, para posteriormente quejarnos de que aquel adolescente ya adulto es un matón incorregible que terminó su doctorado delincuencial en La Joyita.

Hay momentos en la televisión panameña que durante la transmisión de los noticieros, lo que se derrama de ella, es sangre y más sangre. Ciertos periódicos también tienen su cuota vampiresca y sádica. El pueblo no se queda atrás al consumir ávidamente todo ese morbo.

Me pregunto yo: ¿Dónde queda el respeto y los derechos de los familiares de los occisos, al ser exhibidos sus cuerpos inertes como cual perro en la calle? Cada uno de nosotros tiene su cuota de responsabilidad en el actual baño de sangre.

Ahora bien, una radiografía de la sociedad que se construyó en dictadura te dará como resultado un pueblo inculto en un porcentaje altísimo, súmele a ello décadas y décadas de incultura, pan y circo, entretenimiento con absurdo contenido, libertinaje y degradación social sin límites ¡y había censura!

Medios, y los que tenemos un poquito más de educación y cultura, reflexionemos como sociedad qué rumbo llevamos y decidamos cada día construir una sociedad más sana.

*Escritor y analista político.recursossinlimites@gmail.com

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