• 11/11/2014 01:00

Olores en el Metro

Creo que lo anterior tiene una solución en el sentido de instalar emisores de fragancias ambientales

En los últimos días he tenido que utilizar el servicio de transporte masivo denominado METRO y confieso que no tiene qué envidiarle a este tipo de infraestructura que existe en otros países desarrollados. Además, resulta sumamente ventajoso de acuerdo al diseño actual de nuestra red vial, en el sentido de poder trasladarnos desde Los Andes en línea directa hacia la Terminal de Albrook o en su defecto poder movilizarnos transversalmente, haciendo uso de las 12 estaciones y así llegar a nuestro destino sin tener que ser víctimas del horroroso tranque vehicular cotidiano.

No tengo la cifra de la cantidad de usuarios que utiliza diariamente este sistema, pero lo que sí es cierto es que moviliza miles de personas desde las 5:00 a.m. hasta las 10:00 p.m. de lunes a lunes, en donde se incluyen jóvenes, niños adultos y mayores de edad. Es decir, una gama de calidad de personas que tan solo verles el rostro dentro de dicha infraestructura de transporte durante el recorrido nos indica el grado de satisfacción. De igual forma es destacable el nivel de cultura y orden que guardan los usuarios que son en un gran porcentaje los mismos que utilizaban los Diablos Rojos, pero que hoy observan un comportamiento totalmente diferente. Esto es digo de destacarse, porque refleja que sí podemos cambiar.

Como una nota discordante, pude observar que, por el carácter (masivo) y la naturaleza (continua y rápida) de este sistema de transporte, aun con el potente dispositivo de aire acondicionado, se percibe la existencia de olores, producto de que la aglomeración de pasajeros que ingresan al tren de forma azarada, unido a las condiciones de nuestro clima, dan como resultado que la transpiración sea más fuerte y por ello se concentren olores no muy agradables y que de no tomarse las precauciones adecuadas es posible que, al igual que ocurre en otros países, con un clima igual o similar al nuestro, estos olores se penetran tanto dentro de las instalaciones que hacen el viaje sumamente incómodo.

Creo que lo anterior tiene una solución en el sentido de instalar emisores de fragancias ambientales dentro del Metro o conectarlos directamente a los dispositivos del aire acondicionado, siempre y cuando técnicamente sea posible.

*ANALISTA Y CONSULTOR POLÍTICO.

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