• 30/03/2015 02:01

Un Ángel encarcelado

Como ocurre con la mayoría de panameños, veo desde las graderías el asunto del Programa de Ayuda Nacional (PAN)

Como ocurre con la mayoría de panameños, veo desde las graderías el asunto del Programa de Ayuda Nacional (PAN). Soy un espectador más sobre este caso que muchos denominan erróneamente como ‘el escándalo de mayor repercusión en la historia de nuestra república’ (¿acaso ya nadie recuerda al puente Van Dam en 1980?).

Pero mis antenas de periodista se levantaron cuando escuché el nombre de uno de los involucrados en el caso PAN: Ángel Famiglietti. De inmediato recordé a mi profesor homónimo en el Instituto José Dolores Moscote, en 1971, cuando impartía la asignatura Educación Física en el último año del nivel secundario. Era un hombre extraordinario que inculcó valores más allá de los temas atléticos.

En efecto, el hoy detenido es hijo de mi exdocente, quien falleció en 2001. Famiglietti padre entregó muchas satisfacciones al país por sus logros en la halterofilia. Obtuvo medallas de plata en los Juegos Panamericanos de 1955 y 1959; y en los Juegos Olímpicos de Roma (1962) se ubicó como el número 17 a nivel mundial, entre otros múltiples triunfos.

Por lo anterior inicié una pesquisa para conocer las causas que mantienen a Famiglietti hijo ?con quien nunca he intercambiado una palabra? como el único encarcelado por las comidas deshidratadas que compró el PAN. Mi investigación demuestra que, como sucede siempre, los hijos de la cocinera pagan los platos rotos; mientras que los chicos yeyé son tratados con guantes de seda. Veamos:

Famiglietti inició labores en el PAN en abril de 2010 como jefe de Nutrición, durante el mando de Giacomo Tamburrelli. Tanto este como el exministro de la Presidencia, Jimmy Papadimitriu, encomendaron a Famiglietti para que se encargara solamente de todo lo relacionado con la distribución, a nivel nacional, de la comida deshidratada para las escuelas públicas, especialmente en aquellas áreas donde la penuria galopa con fuerza.

Debido a un cambio en la Ley de Contrataciones Públicas, el PAN realizó un ‘concurso por invitación’ para adjudicar la compra de comida deshidratada, cuya partida provenía del Ministerio de Educación (MEDUCA). Durante la pasada administración, la mayoría de las entidades gubernamentales solicitaba que el PAN ejecutara estas acciones, para evadir licitaciones públicas.

Mucho antes de que Famiglietti fuese nombrado en el PAN, todo estaba cocinado para que la empresa Lerkshore International Limited se adjudicara dos multimillonarios contratos, por un monto total cercano a los 60 millones de dólares, para comprar la comida deshidratada.

Repito: Famiglietti no participó en nada relacionado con estas adjudicaciones; su rol dentro del PAN era distribuir la comida deshidratada a todas las escuelas públicas del país. Sin embargo, otra de las funciones de Famiglietti era la de supervisar los envíos del producto desde el lugar de origen: Brasil.

Como funcionario de cuarto nivel dentro del PAN, Famiglietti viajó a Brasil en tres ocasiones. Su supuesto error consistió en firmar unas pocas actas de recibido cuando él no estaba por allá. Es decir, no supervisó apropiadamente el envío de los contenedores en cuyos interiores se embalaban los alimentos.

Otro aparente desliz que se endosa inexactamente a Famiglietti es que dos viajes a Brasil fueron pagados con fondos del PAN, pues el contrato determinaba que esa era responsabilidad exclusiva de Lerkshore.

Sin discutir si hubo o no sobreprecios (función de los jueces), el producto brasileño estaba, según mis averiguaciones, en perfecto estado químico. Pero en varias comunidades hubo problemas, porque se utilizó agua sin condiciones adecuadas para alcanzar la fórmula correcta que exigía el fabricante.

Es pertinente preguntar por qué el Ministerio Público mira de reojo cuando se trata de los siguientes hechos:

- La entonces viceministra de la Presidencia, María Fábrega, firmó los documentos para adjudicar la compra de la comida; hace poco fue beneficiada con ‘país por cárcel’.

- Los directivos de la Autoridad Panameña de Seguridad de Alimentos (Aupsa), entidad que facilitó permisos de introducción del producto, jamás han pisado una fiscalía.

- Giacomo Tamburrelli no conoce la prisión, pues fue enviado a su hogar como medida cautelar.

- Jimmy Papadimitriu, quien presidió por más de tres años la directiva del PAN, nunca ha sido llamado a declarar, pese a que él es mencionado insistentemente por los imputados.

- Lucy Molinar, titular del MEDUCA, aprobó la desviación de fondos millonarios para que los manejara el PAN. Ella disfruta de "país por cárcel", gracias a la intervención de la Iglesia Católica.

- Mirna de Crespo, exviceministra del MEDUCA, supervisó la adjudicación de la comida; ella ni sabe dónde queda la Procuraduría General de la Nación.

- Rubén de Icaza, presidente de Lerkshore, descansa en la tranquilidad de su residencia (arresto domiciliario).

- Famiglietti es ?y hablo en buen panameño? el único pendejo que ha sido privado de su libertad. Un dato curioso: a él no le han cautelado un solo centavo y tampoco mantiene propiedades secuestradas.

Si es culpado por los tribunales, Famiglietti debe pagar su responsabilidad. Mas debe ser una pena correspondiente con su presunta falta, que, a mi juicio, es accesoria. Es cierto que él posee un apellido de ascendencia italiana que suena rimbombante, pero su origen familiar es humilde.

Desde hace más de dos meses, Famiglietti está en la cárcel La Gran Joya y en manos de la Fiscalía Segunda Anticorrupción, a cargo de Vielka Broce. Solo un acto de justicia puede acabar con el calvario de Famiglietti, pues ni las medallas que obtuvo su padre servirán para algo en ese sentido.

*PERIODISTA Y PROFESOR TITULAR DE LA UNIVERSIDAD DE PANAMÁ.

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