• 21/04/2015 02:01

¿Será que somos brutos?

Pero la suerte acompaña al bruto, ... Bien decía un amigo hebreo: ‘Dios nació en Israel, pero vive en Panamá'

Yo estoy llegando a la convicción de que la mejor definición de nuestro país es una nación con brutos con mucha suerte. No puede ser que seamos la nación de mayor crecimiento económico de América Latina, que presentemos una cara de primer mundo legítima y todos los días nos enteramos de errores garrafales cometidos en proyectos e inversiones, aunque puede ser que no seamos tan brutos nada, sino corruptos.

¿Cómo puede ser que hoy, después de que se ha terminado el nuevo mercado de abastos y por terminar el complejo hospitalario, nos damos cuenta de que no pueden estar cerca estas dos instalaciones por la naturaleza de las mismas. ¿Seremos brutos o qué?, ¿y nadie vio eso al escoger los sitios y firmar los contratos?, ¿y cuando el entonces presidente Martinelli recorría el nuevo mercado, orgulloso, nadie reparó que al lado estaban construyendo el complejo hospitalario?

Como si eso fuera poco, ahora resulta que el complejo hospitalario tiene divisiones internas de ‘gypsum', prohibido en las especificaciones médicas, pero peor aún, no podemos cambiarlas por paredes de bloques, porque las estructuras no se hicieron para el peso de bloques. Y, ¿dónde estaban los inspectores, los diseñadores, los que hicieron las especificaciones? O si estaban, ¿brutos o corruptos?

La inteligencia de nuestro pueblo se pone a prueba a diario, cuando tratas de manejar en una ciudad plagada de semáforos inservibles, que solo complican y no agilizan el tránsito. No puedo creer que los compró un bruto, más me inclino por un corrupto que vio el negocio de la compra millonaria y nunca le preocupó la cantidad real necesaria. La lógica nuestra siempre es otra. ‘¿Cuánto me gano si te compro tres docenas? Ah, entonces véndeme cinco'.

Todo lo que hacemos, en compras, es genial. Genial fue comprar el ‘Pele Police', ya semidescartado, pero igual comprado y pagado. Y ahora cámaras individuales para los guardias. Todavía por verse un crimen frustrado o resuelto por una de estas camaritas. Pero me imagino que en el resto del mundo se corrió la voz de que los panameños compramos de todo, si la comisión es correcta. Radares que no sirven, cercas de cárceles inútiles, bloqueadores de señales telefónicas para cárceles inútiles. Los que siempre nos conocieron fueron las norteamericanos, después de la invasión se llevaron patrullas y motos nuestras y nos mandaron pick ups de 1956 para que fueran los ‘nuevos patrullas'... ¡y la Policía lo agradeció!

Mucho de lo que se ha avanzado en las investigaciones de la corrupción del Gobierno pasado nos aumenta la duda de cuán brutos (o corruptos) realmente somos. Si escuchamos la defensa de los acusados de sobreprecios en las ventas al PAN o al MEDUCA, tienes que concluir que estos ilustres empresarios y funcionarios creen que todos somos brutos. ¿Será que lo somos? Todo Panamá sabía a cómo se vendía el kilo de arroz. ¿Cómo estos ilustres funcionarios compraban a cuatro veces el precio? Si son inocentes, era brutísimos.

Y ni hablar del costo por kilómetro de carretera, cuando alguna nos llegó a costar 22 millones de balboas el kilómetro. Podemos nosotros dudar de los sobreprecios en el Canal, cuando los contratistas veían los absurdos precios de nuestros contratos viales. Pero nuestros funcionarios creían en el principio de que las bondades de las obras cubrían los problemas de los costos.

No dudo que somos un país con suerte. En cinco años subimos la deuda de 11 000 a 24 000 millones, pero las calificadoras nos mantiene un rating de B+ y somos excelente riesgo de inversión. El último Gobierno despilfarro, o robo, más de 4000 millones de dólares, pero somos un ejemplo para América. ¿Suerte? ¿Dónde más podían EE.UU. y CUBA reiniciar sus relaciones, y con más dramatismo, que en una Cumbre en Panamá, a donde llegaron 34 presidentes? ¿Suerte? ¿Dónde podía una empresa privada firmar un contrato privado de compra con otra empresa privada y tener de testigos a los presidentes de EE.UU. y Panamá?

Pero la suerte acompaña al bruto, ¿dónde más puedes demostrarle al electorado que los candidatos a diputado usaron fondos ilegales del Estado, pero van a una segunda vuelta y ganan nuevamente? Y otra muestra, los diputados objetan el puerto de Corozal, puerto necesario en la expansión del Canal, y aunque ellos no lo entiendan, al final habrá puerto de Corozal y será un éxito, a pesar de la mala decisión de los diputados. ¿No es eso suerte? Bien decía un amigo hebreo: ‘Dios nació en Israel, pero vive en Panamá'.

ANALISTA POLÍTICO.

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