• 19/01/2016 01:00

Objetivos de Desarrollo Sostenible y Gobernabilidad (I)

Albert Einstein, una mente brillante, en su reflexión sobre el sentido de la vida, decía: ‘La vida es muy peligrosa 

Albert Einstein, una mente brillante, en su reflexión sobre el sentido de la vida, decía: ‘La vida es muy peligrosa. No por las personas que hacen el mal, sino por las que se sientan a ver lo que pasa'.

En la actualidad más que nunca se impone la necesidad de llevar la debida racionalidad a la gestión de la globalización, para hacer de ésta un factor que lejos de conspirar contra el desarrollo nacional, lo potencie y promueva.

Nuestro continente ha sido una región conflictuada históricamente. En la actualidad campean dos lacras sociales: la corrupción, que produce un impacto profundo en la sociedad y que debilita de manera importante la gobernabilidad e institucionalidad, a través de lo que hemos dado en llamar ‘La osteoporosis institucional'; Y la otra es la creciente violencia en todas sus formas, que origina luto, dolor y altos costos sociales.

El uso del Estado por grupos de poder para generar ganancias privadas es una práctica que cada día cobra más descaro en el contexto latinoamericano. El deterioro de la calidad de los políticos que conforman los tres órganos del Estado, revela que la pandemia de corrupción es generalizada. Los casos de Guatemala, Perú, El Salvador, Honduras, Costa Rica, Colombia, Brasil, República Dominicana, y Panamá entre otros, reflejan la situación de deterioro de las instituciones. Ante esta situación se impone el imperio de la ética y los valores, debe surgir el verdadero liderazgo, el verdadero estadista, que con urgencia requieren Latinoamérica y el mundo. Pero esto no surge por arte de magia. Es parte del necesario constructivismo político que se impone.

Las estrategias nacionales deben diseñarse en función de las posibilidades que ofrece y los requisitos que exige una mayor incorporación a la economía mundial. Pero, al mismo tiempo, este proceso plantea riesgos originados en nuevas fuentes de inestabilidad (tanto comercial como, especialmente, financiera), riesgos de exclusión para aquellos países que no están adecuadamente preparados para las fuertes demandas de competitividad propias del mundo contemporáneo, y riesgos de acentuación de la heterogeneidad estructural entre sectores sociales y regiones dentro de los países que se integran, de manera segmentada y marginal, a la economía mundial. La globalización brinda oportunidades para el desarrollo, pero también representa riesgos inquietantes.

Es necesario que superemos los paradigmas paralizantes y no caigamos en el ‘efecto paradigma' que, en parte, es el resultado de subestimar a nuestros competidores, y la reducida capacidad de efectuar un adecuado análisis de la realidad.

Ante estas realidades surgen diversas propuestas como los ODS, el fortalecimiento de la Gobernanza y la Gobernabilidad, la retoma de la Planificación para poder hacer uso efectivo de los recursos públicos y que su impacto coadyuve en la reducción de la desigualdad y la inequidad.

Nelson Mandela, líder mundial y ejemplo de perseverancia, en referencia al futuro de la humanidad dijo: ‘Necesitamos situar la erradicación de la pobreza en el primer lugar de las prioridades mundiales. Hemos de tener claro que todos compartimos una humanidad común y que nuestra diversidad en todo el mundo es la mayor fortaleza de nuestro futuro conjunto'.

La gobernabilidad es la capacidad del Estado de poder realizar una adecuada lectura de las necesidades de la sociedad y articular una respuesta que resuelva los conflictos sociales que cobran presencia en la sociedad. Necesitamos emplearnos a fondo y tener nuestras mentes abiertas y en la mejor disposición de nuestro país, de nuestra gente, del bien común. El potencial de la sociedad deberá ser desarrollado mediante la inversión en Investigación, Desarrollo e Innovación (I + D + i).

Debemos considerar, como uno de los propósitos a mediano y largo plazo, el pasar de tener una ‘Ciudad del Saber', a tener una nación, un país con sabiduría, donde planifiquemos nuestro futuro, y tengamos una visión de largo plazo, de hacia dónde queremos llegar, y cómo realizar este objetivo vital.

*ECONOMISTA. DIRECTOR DE LA ESCUELA DE ECONOMÍA. UNIVERSIDAD DE PANAMÁ.

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