• 06/02/2018 01:02

EE.UU. ha elegido al socio equivocado

‘Nos esforzamos por un futuro que esté libre de entidades terroristas, implosión de vecinos, guerras y calamidades humanitarias [...]'

A NKARA , Turquía .— Estados Unidos está vinculado a Oriente Medio por intereses, pero Turquía comparte alrededor de 800 millas de frontera con Siria e Irak solamente. En esta geografía y más allá, Turquía y los Estados Unidos comparten el objetivo de derrotar a las organizaciones terroristas que amenazan a nuestras naciones. Daesh (o el llamado Estado Islámico) ha sido nuestro enemigo común, y la victoria contra el grupo no podría haber sido posible sin las contribuciones activas de Turquía.

Esas contribuciones continúan, a pesar de que el grupo ha sido derrotado militarmente tanto en Irak como en Siria. El ejército turco fue crucial en la liberación de la ciudad de Jarabulus, en el norte de Siria, en 2016. Turquía detuvo a más de 10 000 afiliados a Daesh y Al Qaeda, deportó a unos 5800 terroristas y denegó la entrada a más de 4000 viajeros sospechosos.

Daesh ha perdido el control territorial en Siria e Irak, pero aún conserva la capacidad de infligir horrores. Las autoridades turcas recientemente llevaron a cabo operaciones contra las células de Daesh y dañaron sus esfuerzos de reorganización.

Los funcionarios estadounidenses nos han dicho que Estados Unidos quiere seguir comprometido y necesita botas en el terreno de Siria para evitar que los restos de Daesh se reagrupen. Pero luchar contra Daesh no puede ni debe significar que no lucharemos contra otros grupos terroristas en nuestra región, que amenazan a nuestro país y la seguridad de nuestros ciudadanos.

Se ha creado un callejón sin salida entre nosotros por la elección del socio local de los Estados Unidos en esta guerra: un grupo que el propio Gobierno estadounidense reconoce como una organización terrorista. Las llamadas Unidades de Protección del Pueblo, o YPG, son simplemente la ilegal organización terrorista del Partido de los Trabajadores del Kurdistán con otro nombre.

Los grupos han adoptado diferentes nombres y desarrollado estructuras intrincadas, pero eso no oculta su realidad. Están dirigidos por las mismas cuadrillas, entrenan en los mismos campamentos, comparten estructuras organizacionales y militares, y usan las mismas herramientas de propaganda y recursos financieros. El Partido de los Trabajadores del Kurdistán, o PKK, dirige el YPG, y los terroristas suicidas del PKK son entrenados en los campamentos de YPG en Siria.

Para nuestra desgracia, los terroristas YPG / PKK a lo largo de nuestras fronteras con Irak y Siria están usando armas y entrenamiento proporcionado por los Estados Unidos. Las armas confiscadas por nuestras fuerzas de seguridad a los terroristas del PKK también han aumentado significativamente, tanto en número como en sofisticación.

Un aliado de la OTAN, que está armando una organización terrorista que está atacando a otro aliado de la OTAN, es una violación fundamental de todo lo que representa la OTAN. Es una anomalía de política que debe corregirse.

No tenemos dudas de que Estados Unidos verá el daño que esta política está infligiendo a la credibilidad de la alianza de la OTAN y de que corregirá su política, poniendo primero a sus aliados e intereses a largo plazo. La dependencia estadounidense de las Unidades de Protección del Pueblo es un error autoinfligido, cuando los Estados Unidos ya tienen un socio capaz en Turquía.

Turquía, sin embargo, no puede permitirse el lujo de esperar correcciones de curso eventuales e inevitables. Hacer declaraciones sobre entender las preocupaciones de seguridad de Turquía no elimina esas amenazas y peligros.

En las últimas semanas, las autoridades turcas han documentado un aumento de las amenazas planteadas por los campamentos YPG y Daesh en Siria. Los terroristas en la región de Afrin en Siria estaban amenazando la vida y las propiedades de los habitantes de la región y los turcos a lo largo de la frontera.

Tuvimos que actuar, y entonces Turquía lanzó la Operación Rama de Olivo contra los terroristas en Afrin.

La operación tiene un objetivo claro: garantizar la seguridad de nuestras fronteras y neutralizar a los terroristas en Afrin. Se lleva a cabo sobre la base del derecho internacional, de conformidad con nuestro derecho a la defensa propia. Los objetivos son los terroristas, sus refugios, sus armas y la infraestructura relacionada. El ejército turco está actuando con la máxima precaución para evitar dañar a los civiles.

Ya hemos intensificado sustancialmente nuestros esfuerzos humanitarios, estableciendo campamentos para ayudar a los civiles que huyen de Afrin. Ya somos anfitriones de más de tres millones de sirios, y las agencias humanitarias turcas están ayudando a quienes necesitan nuestro apoyo.

Turquía continuará la misión hasta que los terroristas sean eliminados. Turquía no consentirá la creación de enclaves separatistas o refugios terroristas que amenacen su seguridad nacional y estén en contra de la voluntad del pueblo sirio.

Turquía ya ha estado activa en todos los procesos políticos que buscan una solución al lodazal en Siria. El mantenimiento de la integridad territorial de Siria es clave para los esfuerzos de paz. Eliminar a los terroristas, significa abrir un espacio para la paz.

Nos esforzamos por un futuro que esté libre de entidades terroristas, implosión de vecinos, guerras y calamidades humanitarias en nuestra región. Turquía merece el respeto y el apoyo de los Estados Unidos en esta lucha esencial.

MINISTRO DE RELACIONES EXTERIORES DE TURQUÍA.

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