• 22/02/2018 01:00

RAC: líder inspirador y político ejemplar

En cambio, RAC, ‘se formó en el rico y fecundo ideario del personalismo cristiano'

Así fue, Ricardo Arias Calderón. La prueba: la historia de Panamá, de segunda mitad del siglo XX. Sus testigos: miles de panameños (as), quienes le conocimos: en la Universidad, el activismo político, por sus artículos de opinión o al compartir ideas. Él, siempre desde el humanismo cristiano, de perfil nacionalista y progresista.

Hoy, tenemos urgente necesidad, de un liderazgo renovado, que concerté con la sociedad objetivos y metas de crecimiento sostenible, justicia social y regeneración política; un liderazgo ético, que inspire credibilidad y confianza, para demoler el Sistema Corruptor; y un liderazgo progresista, que fortalezca la institucionalidad, para construir una democracia de verdad.

A un año de su desaparición física, su ejemplo y pensamiento, siguen vivos. Para aproximarse a él, invito a la lectura del libro: ‘Ricardo Arias Calderón: Pensador y Constructor de Democracia' de Julio Bermúdez Valdés y a sus 5 folletos, ‘Críticas y Propuestas', compendio de sus mejores últimos 57 artículos, editados en abril de 1999. En base a la memoria histórica, presentaré cuatro malas prácticas actuales y las contrastaré, con cuatro ejemplos del buen proponer y hacer de RAC. Veamos:

Hoy, a los actuales partidos políticos, vacíos de ideología, faltos de propuestas y/o cooptados por el materialismo neoliberal, solo les interesa servirse a sí mismos. En cambio, RAC, ‘se formó en el rico y fecundo ideario del personalismo cristiano', que podríamos condensar en tres primacías (superioridad o dignidad): ‘de la persona y con ella de la sociedad, frente al Estado; de la persona y con ella del trabajo, frente al Capital; y de la persona y con ella de la ética, frente a la política'.

En Panamá, tradicionalmente quienes ejercen el poder, persiguen a sus adversarios. Muy por el contrario, RAC en distintas etapas de su vida política, combatió la persecución de los adversarios ideológicos o políticos. Prueba de ello, en La Estrella de Panamá , del 14 de noviembre de 1963, se informa sobre la nota de exigencia firmada por RAC y otros, donde condenan la injusticia y el crimen contra Rodolfo Aguilera Delgado, joven dirigente obrero, de militancia comunista. Barbarie cometida ante una inminente huelga bananera en octubre de 1963.

La falta de visión de estadista, ha caracterizado a nuestros gobernantes desde 1990 al presente. Que por intereses creados, no han comprendido la necesidad de una Estrategia y Plan de Desarrollo Nacional. En cambio, ya en 1980, RAC, al definir la política como ‘el arte de hacer posible lo necesario', proponía ‘lograr un cambio, no solo en las personas que nos gobiernan y en las medidas sociales y económicas que han adoptado, sino además, en las instituciones políticas y en la vía cívica que les corresponde'. Para RAC, en una estrategia destinada a cambiar la realidad, ‘la democracia trataba de asumir posiciones de vanguardia, no solo en lo político, sino también en temas sociales'. Por ello, proponía: ‘La crisis de la familia requiere... una política que toda la comunidad le exija al Estado en materia de empleo, educación, salud, vivienda y seguridad. ... para ayudar a la familia ayudarse a sí misma, ... que se realice con y a través de organizaciones y programas independientes...'. Ayer y hoy, esta propuesta, sigue vigente.

Hoy, se autoproclaman presidenciables: por ser un empresario ‘exitoso' o por ser el ministro ungido del presidente o por ‘sueños mesiánicos'. En cambio, para las elecciones de 1989, en palabras de doña Rosario Arias de Galindo: ‘Él poseía los méritos y la capacidad para ser presidente de la República'. O, en palabras de Aurelio Barría: ‘había en él un hombre valiente, decidido y con firmes raíces democráticas para darle un giro a la política nacional y hacerla más limpia, participativa en todos los sectores'. Pero RAC, no llegaría a ser presidente. Porque ‘su rectitud, su trayectoria sin tacha', ‘nada tenían que ver con las prácticas políticas tradicionales ni su partido se movía en base a clientelismos'. Al final, por encima de las intrigas y miseria humana, en RAC prevaleció la vocación de servicio y para garantizar la victoria de la democracia, aceptó la Primera Vicepresidencia.

Porque, en palabras de José Martí: ‘Cuando hay muchos hombres sin decoro, hay siempre otros que tiene en sí el decoro de muchos hombres. En esos hombres van miles de hombres, va un pueblo entero, va la dignidad humana. Esos hombres son sagrados'.

ECONOMISTA, COORDINADOR DEL MOVIMIENTO PROGRESO.

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