• 05/04/2018 02:00

Equidad de género o privilegios especiales (II)

Hay un segmento de cada grupo oprimido que contribuye a su propia opresión

Estoy de acuerdo con el medio digital ‘ACTUALL', en que si existe una brecha salarial es porque hombres y mujeres eligen trabajos distintos porque tienen intereses distintos. ¿Por qué las feministas no piden cuotas de trabajo en la construcción, en mantenimiento de carreteras, limpieza de alcantarillas, basureros, tendidos eléctricos de alto voltaje, pintar grandes edificios en la parte de afuera, etc.? ¡Ah!, no, porque eso es de hombres, ¿verdad?

Hay un segmento de cada grupo oprimido que contribuye a su propia opresión, y cuando estás acostumbrado a los privilegios, la igualdad en realidad se siente como opresión.

Al parecer, la mayoría de las consignas que presentan los grupos feministas, cuando se consultan las verdaderas estadísticas, no pasan un análisis crítico, y solo contribuyen a crear animosidad y hacer daño a las mujeres y a la misma sociedad, porque es obvio que los grupos feministas actuales han caído por la línea neosocialista defendida por grupos liberales, ‘progresistas' e izquierdistas.

Repito aquí lo que publiqué en un artículo anterior en este mismo diario, ‘la meta ulterior de toda organización que desea corregir injusticias es volverse innecesario e irrelevante, de la misma forma que los padres quieren que sus hijos crezcan y no dependan de ellos'.

Hoy en día, el feminismo ha cumplido su propósito y debe ser desalentado. El punto es que nociones obsoletas sobre hombres y mujeres continúan en un mundo donde ahora son contraproducentes. Es por tal motivo que organizaciones feministas como Inamu, Fundagénero, y muchas otras, cuya lógica es ilógica y llena de fallas y defectos, saben que si reconocieran todos esos hechos, su existencia se vería interrumpida e innecesaria y no podrán mantenerse vigente, por lo que parecen estar contentas en confundir los hechos y esterilizar la realidad con un discurso engañoso, para poder seguir recibiendo grandes recursos del Estado, supuestamente para prevenir agresiones entre los géneros y empoderar a las mujeres.

Por otro lado, el empuje para prioridad en educación superior por las organizaciones feministas, por muchos padres de familia y la misma sociedad para las mujeres, y el abandono, la falta de apoyo e ímpetu, que conspira contra los varones y los niños, al final, no es una victoria feminista, y tendrá ramificaciones y consecuencias futuras, no solo para los hombres en el lugar de trabajo, sino también en la misma relación entre hombres y mujeres.

Cuando analizas lo anterior, todo parece una conspiración de mujeres feministas vengativas para marginar a los hombres y utilizar como arma, tanto política como social, lo que se ha denominado ‘política de identidad' que otorga a las mujeres beneficios extras e injustos debido a su identidad de género, lo que viola las garantías constitucionales y envalentona a quienes son realmente enemigos de la Constitución.

Para todas las madres de hijos varones que están por ahí, es imperativo que van a tener que luchar por una mejor calidad de vida para sus hijos varones, enfrentados a todo tipo de desventajas en la sociedad actual.

El daño hecho a los niños es obvio, ya que su comportamiento, absolutamente normal, es marginado o etiquetado como perturbador e intratable, para complacer el deseo o la agenda feminista, quienes demandan que gran cantidad de niños reciban drogas, como el Ritalin o su equivalente, porque están actuando como niños pequeños y no actuando como niñas pequeñas.

Encima de todo esto, los grupos feministas radicales se quejan de que hay pocos hombres ‘decentes' disponibles con quienes salir o hasta para casarse. Todos, hoy en día, simplemente quieren parecerse a superhéroes bombeados y musculosos sin más ni más.

No soy misógino, me gustan las mujeres, pero la mayoría de estos movimientos simplemente deberían vaporizarse por el daño que infligen a la sociedad.

PLANIFICADOR JUBILADO.

Lo Nuevo
comments powered by Disqus