• 05/08/2019 02:03

Datos para reformular el sistema educativo

Hace un par de semanas hice referencia al libro de Seth Stephens-Davidowitz: 

Hace un par de semanas hice referencia al libro de Seth Stephens-Davidowitz: ‘Everybody lies: Big Data, New Data, And What The Internet Can Tell Us About Who We Really Are' (‘Todos mienten: Big Data, nuevos datos y lo que el internet puede decirnos sobre quiénes somos realmente'), en donde este científico de datos (data scientist) estudia la enorme cantidad de información producto de las búsquedas que se hacen en Google, para ofrecer ideas o llegar a conclusiones sobre la conducta humana, mucho más allá de lo que dicen las personas, vemos a simple vista, suponemos o lo que nos dicen las encuestas tradicionales. Como señalé, hemos aprendido a ‘administrar y controlar' la verdad de quienes somos, pero a la hora de interactuar digitalmente, en este caso en nuestras búsquedas en Google, según Stephens-Davidowitz, la data muestra, en términos más precisos, que no somos quienes decimos ser.

Según el World Internet Usage and Population Statistics, publicado en el portal de Internet World Stats, el pasado mes de junio de 2019, de los aproximadamente 7716 mil millones de personas en el mundo, alrededor de 4423 mil millones están conectados al internet. El mismo portal dice que en Panamá, de los aproximadamente 4.2 millones de la población, casi 2.9 millones estamos conectados y no necesariamente sentados frente a una computadora. Ya es común conectarse en cualquier parte del globo a través de los teléfonos inteligentes; y la población joven, apurada y ágil, se apoya y depende de los móviles para navegar por el universo del ciberespacio.

Según las estadísticas de Google, se realizan un promedio de 228 millones de búsquedas por hora; es decir, cerca de 5.6 mil millones de búsquedas por día. No encontré la cifra por región o país; pero, seguramente, Stephens-Davidowitz, trabajando con la base de datos de la misma empresa, puede segregar la data para obtener la información puntual: a eso él se refiere cuando señala que ‘Big Data nos permite acercarnos significativamente a pequeños segmentos de un conjunto de datos para obtener nuevos conocimientos sobre quiénes somos'.

Hago este esbozo para abrir ventanas de pensamiento: señalar algunas vías que se deben considerar para una reformulación de nuestro sistema educativo que se sostenga sobre las necesidades nacionales de progreso y crecimiento; pero a la vez basada en la realidad social y humana de las generaciones que se vienen formando y que deben tomar las riendas de la Nación en poco tiempo.

Stephens-Davidowitz dice: ‘Primero, y quizás lo más importante, si vas a tratar de usar nuevos datos para revolucionar un campo, es mejor entrar en un campo donde los viejos métodos son malos'. Creo que podemos estar todos de acuerdo en que los métodos utilizados en el sistema educativo —en términos generales— hablan por sí solos. Si hablamos de data y estadísticas, ya sabemos cómo califica Panamá en la región latinoamericana en materia de educación. El sistema no le ha servido a la Nación desde hace varias décadas, particularmente en las áreas en riesgo y para capas sociales en desventaja.

Con lo que vemos y sabemos... le costará mucho a un niño o una niña de nuestros barrios marginales vencer los retos sociales y educativos para alcanzar mejores condiciones, si (como sabemos) en su casa, su barrio o en los colegios no encuentran mucha motivación y las amenazas sociales y de violencia predominan. Las estadísticas cada fin de año lo demuestran y las dificultades para inscribirse en la Universidad de Panamá lo comprueban. ‘Revolucionar el campo' de la educación en nuestro país tendrá necesariamente que descansar sobre la relación individuo-tecnología, qué y cómo aprenden.

El tema de la injerencia de Rusia en las elecciones de los Estados Unidos, puntualizando sus motivaciones en áreas específicas de la población estadounidense, es una muestra de que con la tecnología de la información, se puede cambiar el rumbo para lograr objetivos específicos. En el caso Rusia-EE.UU. fue para manipular a los electores; conociendo la data puntual, los mismos parámetros se podrían emplear para educar, cambiar vidas para lo positivo.

‘Eveybody lies'... nos estamos pegando mentiras, si seguimos pensando que podemos enderezar el sistema y por consiguiente la conducta sociocultural (juegavivo y corrupción dentro de un marco muy limitado de pensamiento), sin tomar en cuenta la enorme influencia que ejerce la tecnología de la información en la comunidad en desarrollo.

COMUNICADOR SOCIAL.

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