• 08/10/2019 00:00

A propósito del 11 de octubre

“Lento viene el futuro, lento, pero viene”, Mario Benedetti

EL PAÍS TIENE PENDIENTE hacer realidad algunos sueños, este es un sentimiento natural y estimulante al que solo acceden seres humanos íntegros, idealistas, responsables y solidarios.

Esta generación, la nuestra y las próximas, tienen la responsabilidad de culminar la obra que iniciaron muchos panameños; entre ellos, Omar Torrijos el más ilustre de los panameños de este siglo, quien la encabezó en la década del 70.

Un hombre que logró trascenderse a sí mismo, superando a muchos en su generación, porque puso por encima de todas las cosas el amor a la tierra que lo vio nacer.

Sin ser de oficios letrado, dijo lo mejor que panameño alguno haya dicho antes. Sin ser economista, dio a los panameños la oportunidad de recuperar su recurso económico más importante con la esperanza de que se le dé, más temprano que tarde, el uso más colectivo posible.

Sin ser hombre de partido, creó el partido de más participación popular que haya existido en este país.

A pesar de ser un militar, amplió la democracia a través de instituciones participativas e incorporó el debate nacional a sectores marginados desde los tiempos coloniales.

Debemos formar, capacitar, tecnificar, mejorar los niveles de formación y concertación entre los panameños para que, de las cenizas de la imagen “perequera” en la que nos quieren convertir, emerja el Estado Nacional, con una sociedad más consciente y humana.

Abogada
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