• 27/01/2020 00:00

'La CSS no tiene quien le escriba'

Por culpa de los que crearon en el 2008 el subsistema para que las cuotas de los cotizantes que empezaron a pagar seguro desde esa fecha, no llegasen al sistema solidario, los asegurados fundadores y la CSS quedaremos SECOS como el Canal, si a estos tipos se les ocurre en determinada fecha que ningún río descansara sus aguas en el Alajuela.

Por culpa de los que crearon en el 2008 el subsistema para que las cuotas de los cotizantes que empezaron a pagar seguro desde esa fecha, no llegasen al sistema solidario, los asegurados fundadores y la CSS quedaremos SECOS como el Canal, si a estos tipos se les ocurre en determinada fecha que ningún río descansara sus aguas en el Alajuela.

Muchachos nuevos es bueno que sepan que Panamá entero soltó un rugido de ira en 1982. “Educadores, médicos y la ciudadanía en general organizaron protestas masivas coreando consignas e insultos a los gobernantes por el escándalo descubierto, ya que el seguro era una institución querida: Un modelo de eficiencia y de probidad, del cual los panameños se enorgullecían con justa razón”.

Eran tiempos de alegría y confianza, pero con el clásico cuento chino de políticos y militares, que inventaron la construcción de barriadas populares, un complejo hotelero atractivo para turistas no tan lejos del terrón de Bocas del Toro, un robo descomunal en préstamos para ciudadanos “decentes”, más un imaginativo fraude de seguros… con esas picardías lograron hacerse de más de 500 millones de dólares. No abrieron ningún hueco ni para las barriadas ni para el complejo hotelero, no se pagó un solo real de los préstamos y de los seguros, no emitieron ni pólizas.

Por esta infamia desmoralizadora es que la CSS está como está y no ha podido recuperarse desde 1982 para acá. La prensa de la época divulgó el escándalo que realizaron: El coronel “cara de piña”, el general “desde ya”, “militares” de “alto rango”, Said, más de 15 funcionarios civiles de la dictadura militar con oportunistas oligarcas de baja ralea y holgazanes comunistas de pupitre. Los andariegos de nuestros poblados supimos que nadie en Panamá dejaba de dar gracias a DS, por institución tan necesaria como el Seguro. La fama de su beneficio se extendió allende fronteras y con esta manera de condición los ladrones hicieron más daño en esta tierra, que si por ella hubiese entrado una pestilencia que todavía persiste, pues ahora los aportadores (pueblo) temen al subsistema creado por ley en el 2008, que ya acumula aparte un cofre con 3,000 millones de dólares que no es solidario con el primer sistema.

Aquella vez nadie quedó preso como suele suceder con este amasijo de políticos, oligarcas, emergentes acomodados y bellacos. No se tomó ningún correctivo y hasta la fecha en que estamos, no se ha propuesto con seriedad nada para salvar a la CSS. Gobierno tras gobierno miran apaciblemente para otro lado observando a la otrora institución modelo en un descarado botín político con el pesado lastre de 38 mil empleados, por lo que no hay medicinas, cupos para atenciones médicas, camas y ni espacio para los asegurados. Tampoco existe conocimiento de qué se hará con el dinero de las cuotas del sub sistema mixto establecido en el 2005, dinero aparte del sistema original que ya acumula casi 3 mil millones de dólares.

Yo me pregunto: a) ¿Por qué el gobierno adeuda millones en cuotas de la CSS de los funcionarios públicos? b) ¿Qué jugarreta estarán tramando con la plata del sub sistema mixto que no es solidario? c) ¿Qué gana el señor Lau diciendo que los dependientes de los cotizantes son demasiados y esa causa colapsó el sistema? d) ¿Qué querrá decir el director de la CSS con el argumento de que hay menos cotizantes, cuando el reconocido sociólogo Olmedo Beluche dice que no, que en 1998 habían 712 mil y el 2016 un millón 500 mil?.

Los tiempos en que se amarraban a los perros con longaniza dicen que pasaron. No busquen otro rugido nacional como el de 1982, porque ya no está el brazo armado. Los gringos tienen una larga lista para quitar visas y embargar cuentas injustificables, además, el planeta está prendido en protestas por los entuertos cometidos por ratas de dos patas.

Economista y escritor costumbrista
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