• 13/05/2020 15:02

Deuda pública en el escenario Covid-19 y sus implicaciones

Durante los últimos 5 años vemos que existe una tendencia creciente a la adquisición de deuda, es así que la misma, en promedio, ha significado el 40% del PIB, por encima de lo que predispone la ley

Durante los últimos 5 años vemos que existe una tendencia creciente a la adquisición de deuda, es así que la misma, en promedio, ha significado el 40% del PIB, por encima de lo que predispone la ley. De ello se destaca el avance en cifras de la deuda externa proveniente del gobierno central que, durante este periodo que ha significado en promedio el 31.09% del PIB nominal, la cual se ha visto impulsado por los créditos provenientes de entidades multilaterales y los bonos emitidos por el gobierno central, los mismos con una participación promedio en el PIB nominal de cerca del 26.49% y 68.63% respectivamente.

Mientras el gobierno se centra en la fuente de financiamiento de los planes de salud para enfrentar el Covid-19, la paralización parcial de la economía ha traído consigo el alza del nivel de desempleo que ya para diciembre de 2019 estaba cerca del 6.5% y que actualmente imposibilita a una gran cantidad de personas para hacer frente a sus obligaciones.

Como resultado se llegó a un acuerdo con la banca para otorgar un periodo de gracia de congelamiento de los pagos hasta diciembre de 2020, (excluidos los intereses sobre los créditos) y posterior a ello se autoriza una inyección de liquidez a la Banca por $515 Millones, adicional a la aplicación del Plan Panamá Solidario como respuesta a la actual crisis.

Es necesario reconsiderar la dirección en la que se ubica la política económica actual, lesionada en su funcionamiento por la caída de los ingresos fiscales a la par de la situación presente en el país tanto en materia económica como social a causa del Covid-19.

El estado, a través del gobierno deberá implementar políticas públicas que garanticen la satisfacción de los intereses económicos y sociales de los panameños y panameñas, como resguardo de la condición mínima de vida. Pues, al término parcial de la crisis, es la sociedad misma quien se convertirá en uno de los pilares del rescate económico.

Es necesario replantearse el cómo y cuánto financiamiento obtendremos a partir de la emisión de deuda. Si bien obtener estos financiamientos nos permite garantizar la circulación del dinero, no podemos obviar el costo de la deuda que esto implicaría, así como la percepción de la Inversión extranjera, necesaria en el escenario Post-Pandemia para la reactivación de la economía, manteniendo altos índices de deuda.

Debemos, además, hacer énfasis en la asignación adecuada de los recursos, ya que priorizar excesivamente un solo sector de la economía comprometería este rescate al éxito o fracaso de una actividad en concreto. En esa misma dirección, evaluar nuevos escenarios que añadan valor agregado a los procesos. Esto, para intentar diversificar la dependencia del rendimiento de los sectores económicos y en mi opinión Explotar las capacidades productivas de los recursos del estado, que a largo plazo nos permitirán hacer frente a la deuda interna y externa contraída durante este periodo de crisis.

La reapertura de la economía debe traer consigo nuevos proyectos de inversión que, a través del gasto público generen empleos y además permitan explotar nuestra posición estratégica como centro logístico internacional y HUB de las américas, implicando a la vez, la transparencia y aplicación certera de la justicia para reducir los niveles de corrupción.

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