• 08/05/2021 00:00

Solidaridad, respuesta del pueblo panameño al pueblo colombiano

“[…] nos solidarizamos con las organizaciones populares, movimientos y sindicatos que se manifiestan contra la profundización del neoliberalismo de guerra en ese país […]”

La situación socioeconómica que viven nuestros pueblos es cada vez de mayor precariedad, en incremento Gobiernos que violentan los derechos humanos. Con la pandemia se recrudecen las medidas antipopulares, el neoliberalismo, negando todo vestigio de vida digna.

En Colombia, desde el pasado 28 de abril, organizaciones sociales y movimientos populares se autoconvocaron a un paro nacional, bajo el llamado “Por la Vida, la Tierra y el Territorio, Contra la Reforma Tributaria y demás medidas antipopulares tomadas por el Gobierno”. Paro Nacional que viene precedido por múltiples manifestaciones en meses y años atrás. El descontento de organizaciones sindicales, sociales, indígenas, campesinas, estudiantiles, de mujeres frente a la grave situación social es consecuencia de las políticas neoliberales aplicadas y agudizadas con la pandemia que aumentó la pobreza, el hambre, la indigencia, la desigualdad y la violencia estatal en ese país.

La respuesta del Gobierno colombiano ha sido la más salvaje represión, que deja decenas de muertos, heridos, detenidos y un estado de terror al que es sometida la población. Conducta que no sorprende, esta despiadada represión del Gobierno de Colombia, contra su pueblo, ya que su rol y, el de anteriores Gobiernos ha sido defender los intereses de los sectores dominantes.

Ante estos hechos, organizaciones de todo el mundo se han pronunciado rechazando el estado de terror impuesto. En Panamá, organizaciones del movimiento social, el miércoles 5 de mayo, frente a la Embajada de Colombia en nuestro país, alzamos nuestras voces rechazando la brutal represión y masacre contra el pueblo de Colombia.

En carta dirigida al embajador de Colombia en Panamá, organizaciones panameñas como Frenadeso, Mocona-FB, Asoprof, Conusi y otras, manifestaron que: “Las calles de Colombia son testigos de cómo el pueblo humilde y trabajador resiste contra la violencia, la represión policial, una gestión de la pandemia que reproduce una lógica de muerte subordinada a los intereses del capital. El pueblo colombiano se moviliza contra un gobierno neoliberal que profundiza sus políticas de exclusión y saqueo de los más pobres”.

Denuncian “… la brutal represión de la cual son víctimas quienes se manifiestan, que ha generado una incontable cantidad de muertos, detenciones, torturas y desapariciones. Eso que debería indignar a los medios de comunicación hegemónicos, a los organismos internacionales, y a cualquiera que tenga sensibilidad social, cuando sucede en Colombia parecería que no existe”.

Así como en toda Nuestra América, en Panamá nos solidarizamos con las organizaciones populares, movimientos y sindicatos que se manifiestan contra la profundización del neoliberalismo de guerra en ese país, quienes cargan con las políticas de ajuste y sufren la terrible desigualdad que vive esa sociedad, compañeros y compañeras nuestros que hemos acompañado y con los que compartimos el anhelo de una Colombia de paz con justicia social.

Dejamos sentada nuestra solidaridad con el pueblo de ese hermano país, quien, como nosotros, lucha por justicia y equidad social, por el respeto de sus derechos y reivindicaciones sociales. Estamos conscientes de que la solidaridad es una palabra que desafía la responsabilidad de los Estados, las instituciones gubernamentales, los organismos públicos y privados. La hacemos valer: la solidaridad es la respuesta del pueblo panameño al pueblo colombiano.

Con esta denuncia y sumándonos a las voces del mundo, abrazamos la lucha de nuestros/as hermanos y hermanas en las calles de Colombia, con la esperanza de que esta movilización permita fortalecer la resistencia articulada del hermano pueblo y signifique una posibilidad de avance en la unidad en favor de paz, justicia social y democracia real para el pueblo colombiano.

Exigimos cese la violencia institucional del Gobierno violador de Derechos Humanos de Colombia.

Secretario general de Conusi-Frenadeso.
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