• 19/07/2022 00:00

El efecto Macallan, las oportunidades de las crisis

Es necesario hacer una pausa hasta el 2024, mediante un gobierno de unidad nacional que desactive las candidaturas oficialistas, llame a la Constituyente paralela, cambie a ministros creativos y ponga en el redil a la insaciable Asamblea Nacional

La ciudadanía y el presidente Cortizo están entre la espada y la pared. El panorama genera diversas lecturas, afirmando como punto de partida que las protestas son genuinas. De ahí que, en la medida que hables con alguien diferente, encuentras explicaciones disímiles y probablemente la utilidad de cada situación de lo que hemos vivido en las últimas semanas.

1. Para algunos anticomunistas acérrimos, las protestas violentas las generan partidarios del Grupo de Sao Paulo, al igual que en Chile, Colombia, Ecuador y Argentina. En Panamá tanto el PRD como el FAD, de la gente de Suntracs, —con su particularísima agenda— tienen su punto de convergencia allí. En ese foro están el Frente Sandinista de Daniel Ortega, los gobernantes venezolanos y el Partido Comunista Cubano que poco de fomentar democracia tienen, pero si históricamente la exportación del caos y el desasosiego social. Uno que se jacta de su vinculación con los de Sao Paulo es el expresidente Martín Torrijos, quien trajo a Panamá al brasileño Lula da Silva, su fundador.

2. Igual argumentan que grupos originarios están infiltrados por células del Grupo de Sao Paulo, algunos de sus dirigentes entrenados por cubanos en Nicaragua en técnicas de lucha urbana. Eso no es de ahora y se explica con los muchos de diplomáticos camuflados de China, Cuba, Venezuela y Rusia que hacen en Panamá trabajos de inteligencia y captación.

3. Luego de la pérdida de Pedro Miguel González como secretario general del PRD, sus partidarios están volatizando el ambiente, enfrentando la candidatura de Gaby Carrizo, favorito de Cortizo y de sectores económicos vinculados al gobierno para sucederle en 2024, financiándolo con el producto de leyes tan leoninas para el fisco nacional como la de los ilimitados beneficios turísticos. Cuando escucho decir a González que el país necesita un cambio de timón en cuanto a su modelo económico, nos hace saltar y preguntar, ¿Dónde ha estado Pedro Miguel en los 32 años de democracia de los cuales su partido ha estado en el poder casi la mitad? ¿Por qué ahora, fuera del control del PRD, pide los cambios que jamás impulsó cuando estuvo en la papa, siendo uno de los beneficiarios del despilfarro oficial?

4. Opositores se están aprovechando de la crisis para buscar ganancia política y existen sospechas de que hasta están financiando grupos desestabilizadores, algunos tratando de sabotear el juicio de Odebretcht.

Comentan que lo que vivimos no es una crisis económica sino una enteramente política, donde pareciera que el único no se cuenta de ello es el presidente Cortizo, su entorno y los diputados, donde se cuelan radicales que poco les interesa llegar a encontrar soluciones.

El gobierno ha fracasado, al igual que sus intentos de diálogo. El más reciente el del Bicentenario, antes las reformas a la Constitución y el del Seguro Social, aun dramáticamente pendiente. Carece de equipo ejecutivo y de voluntad política. Más que ministros ha tenido secretarios sin experiencia, aislándose de gente experimentada que le diga por el mal camino que nos lleva. Todos queremos que termine su mandato; no sabemos si Cortizo también quiere llegar al final.

Piensan que, controlando Corte Suprema, Tribunal Electoral, Contraloría, Ministerio Público —donde mantienen de interino al procurador— y el aparato del Estado, asegurarán el triunfo de Carrizo en el 2024. Los diputados, causantes con sus excesos de la mayoría de los escándalos que han ido enervando y cabreando a la población, están a la espera de que el paso que todos piensan debe ocurrir y que algunos sugieren, pero no se atreven a decirlo –el cierre o pausa de la Asamblea Nacional— aupado por los sensatos que puedan tener algún acceso a las decisiones de Cortizo, cada vez más acorralado y solo. O simplemente cortando 50% de su exagerado presupuesto.

Allí radicará la decisión política consecuente que pueda suscitar la confianza ciudadana que se ha perdido. Hacer una pausa hasta el 2024, mediante un gobierno de unidad nacional que desactive las candidaturas oficialistas, que llame a la Constituyente, cambie a los ministros por gente más creativa, poniendo en el redil a la insaciable Asamblea Nacional, tomando medidas como el abaratamiento de las medicinas permitiendo su libre importación y el sinceramiento de la planilla estatal –para todos— reduciendo a lo necesario los requerimientos del Estado para operar satisfactoriamente.

¿Tendrá el valor Cortizo para tomar ese tipo de decisiones? ¿Comprenderá el significado del proverbio chino de que las crisis generan oportunidades? ¿O seguiremos ignorando el efecto que tuvo la fiesta de diputados con el costoso Macallan?

Analista político
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